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Paysandú, Domingo 31 de Julio de 2016

De flechamientos, tránsito y la ciudad que queremos

Opinion | 31 Jul En el marco de obras a financiarse por el crédito financiero conocido como fideicomiso “Paysandú 1”, la Intendencia Departamental de Paysandú plantea llevar adelante algunos cambios en la estructura vial de la ciudad, sin modificar su trazado hipodámico o en damero. Además de incorporar ciclovías, de establecer vías de tránsito preferencial y de potenciar la señalización de seguridad vial vertical y agregado de semáforos, se propone el cambio del sentido de tránsito en al menos dos arterias de importancia en su paso por el microcentro de la ciudad.
En primer lugar, resulta claro --y de esto se viene hablando hace muchos años-- que la ciudad prácticamente no se ha modificado desde los años Pre Tercera Defensa, cuando se realizó el primer plano, levantado por el agrimensor prusiano Adolfo Von Conring. Solo se fue ampliando y continúa, desde hace ya unos cuantos años hacia el Norte.
De aquel damero construido en torno a la plaza entonces llamada Libertad, hoy Constitución, la ciudad no ha cambiado su estructura, más allá de su expansión. El parque automotor se expandió entre cinco y seis veces en los últimos 15 años, contando hoy con más de 50.000 motos y más de 30.000 autos y camionetas.
En consecuencia, toda planificación urbana que tenga como objetivo mejorar el tránsito debe ser bienvenida.
“Queremos encarar una serie de obras y medidas que ayuden a coexistir la infraestructura y el tránsito actuales”, expresó Andrés Piaggio, asesor de la intendencia. Agregó que se pretende facilitar la coexistencia de un tránsito amigable entre los autos, motos, camiones y el transporte colectivo con el comercio y el turismo.
Por estos días, una consultora está realizando un estudio de tráfico, cumplimiento de la Ordenanza y las posibles mejoras que los cambios propuestos otorgarían al tránsito de la ciudad.
Cambiar, hay que cambiar. No hay dudas de ello. La cuestión es qué cambiar, en busca de qué resultados. Hay oportunidades que parecen perdidas, como el ensanche de Zorrilla de San Martín; o la continuación de avenida España hasta plaza Constitución. Se puede hacer, pero los costos involucrados hacen que no sea pertinente llevar adelante semejante obra.
Así que, hay que pensar, imaginar, planificar y ejecutar dentro de la estructura de damero que tiene la Heroica. La propuesta desde la intendencia departamental es la de cambiar el sentido de flechamiento de Luis Alberto de Herrera, pasando a orientación de tráfico Sur-Norte, y 19 de Abril, que pasaría a Norte-Sur.
Quienes imaginaron esos cambios sostienen que con eso se lograría una continuación lógica de Dr. Roldán, haciendo que desde el “puente seco” en Nuevo Paysandú se pueda transitar sin pausa hacia el Sur. El cambio de Dr. De Herrera obedece fundamentalmente a no dejar tres transversales sucesivas con flechamiento hacia el Sur.
En principio, se piensa que la ciudad se beneficiaría con tener un tránsito más fluido hacia el Sur en su parte céntrica. Actualmente Luis Batlle Berres al Oeste y Joaquín Suárez al Este, son las vías que conectan de manera directa el extremo Norte con el Sur (la primera solo hasta avenida Soriano).
La cuestión es si la mejor solución sería cambiar los flechamientos de 19 de Abril y Dr. Luis Alberto de Herrera. La respuesta no parece ser positiva. Hay varios elementos a considerar. Como fortaleza, quienes transiten por Dr. Roldán no tendrán necesidad de modificar el recorrido hacia el centro de la ciudad, un punto no tan fuerte como para arriesgar cambios que pueden ser traumáticos. Como notoria debilidad, la cuadra peatonal (porque poco puede dudarse que terminará siendo vedada a vehículos) que la cortará entre 18 de Julio y Leandro Gómez.
En consecuencia, cambiar el sentido de circulación hacia el Sur, quedaría trunco en el mismo centro de la ciudad. Otra debilidad, a mediano plazo al menos, resulta de la inconveniencia de continuar cargando el microcentro con más y más tráfico. Además, el centro comercial de Paysandú es muy pequeño, de apenas unas cuadras de extensión, aunque es vital para la economía de la ciudad. El doble flechamiento hacia el norte seguido de un doble flechamiento hacia el sur sin dudas creará grandes dificultades para circular precisamente en la zona céntrica. Y los sanduceros somos así: nos gusta llegar lo más cerca posible en auto o en moto, si es posible hasta la puerta misma de nuestro destino. Ir en contra de eso puede resultar en una apuesta demasiado arriesgada. Porque pone en juego incluso el destino del centro histórico de la ciudad, quizás en el momento más difícil para el comercio local, cuando las ventas caen y al mismo tiempo surgen opciones de grandes superficies. Allí habrá estacionamiento techado, que permite estacionar el coche sin demoras a metros de las grandes cadenas comerciales que llegan de Montevideo, con vigilancia, sin cargosos “cuidacoches”, con espacios climatizados, servicios, horario extendido, etcétera. Por lo tanto cualquier cambio que se haga que pueda resultar en un desestímulo para circular por el centro, puede ser contraproducente. Es una historia que ya la conocemos; basta ver cómo terminó el centro de Montevideo, en una eterna agonía de locales vacíos y galerías fantasma, aún con todo el apoyo municipal para revitalizarlo. ¿Y todo para qué?
En primer lugar, hay que dimensionar los problemas. Paysandú no es Bruselas, aunque en esa megaciudad europea incluso en el casco histórico, reservado para los peatones, también circulan algunos vehículos; hasta los inmensos ómnibus turísticos se abren paso entre la muchedumbre. Tampoco tiene los problemas de Nueva York, donde hacer 10 cuadras durante la hora pico en la Gran Manzana puede llevar mucho más tiempo que haciéndolo a pie. Acá los tiempos máximos entre un extremo y el otro de la ciudad se mide en minutos. El peor atasco en el tránsito no dura más de dos cuadras.
La solución podría ser una que parece no ha sido considerada, aun cuando sí está dentro de los planes de reformas estructurales urbanas en el quinquenio. Calle Cerrito puede modificar su sentido de flechamiento y servir como conector principal desde el Norte. La planificación de la intendencia determina que en 2019 se realicen obras en esa arteria para mejorarla y continuarla hasta Yapeyú. Al mismo tiempo, entre 2019 y 2020 se remodelará Antonio Estefanell desde Carlos Albo a Dr. Roldán y Yapeyú (su continuación) desde ese cruce hasta Cerrito.
Cerrito, además, es una arteria que de Salto al Norte puede ser ensanchada en varias cuadras, porque las construcciones tienen un retiro de varios metros. De hecho, es una inversión que pide a gritos una de las zonas más pobladas de la ciudad, al norte. Incluso el “centro comercial informal” puede ceder varios metros a una calle ancha, de cuatro carriles en varias de sus cuadras.
Porque no alcanza con cambiar el flechamiento para que el tránsito sea fluido. La superficie de rodamiento --por un lado-- y el ancho de la calzada --por otro-- son claves. Y no es --claramente-- imprescindible que quienes lleguen a la ciudad por el puente internacional tengan una vía única para llegar al centro de la ciudad, desde que en el mejor de los casos solamente podrán llegar hasta 18 de Julio.
Con una buena señalética se puede desviar el tránsito por Yapeyú hasta Cerrito y usar esta vía como conector principal no solamente con el centro de la ciudad sino hasta Francisco Bicudo. Luego, de nuevo con señales de tránsito se puede desviar a Guayabos para ir al aeropuerto internacional o hacer una conexión por el Sur con ruta 3. Del mismo modo que en la solución que estudia la intendencia, se debería también modificar el flechamiento de José Pedro Varela, con el mismo objetivo que se cambiaría el de Dr. De Herrera. Es cierto, a veces mirando el plano de la ciudad se pueden encontrar soluciones que parecen perfectas. Pero, recorriendo el territorio, pueden encontrarse otras posibilidades. Jerarquizar Cerrito, la zona de cooperativas y toda su extensión es una manera de cumplir más de un objetivo.
Hay sí que modificar el cronograma de obras, adelantando las de Cerrito y Estefanell/Yapeyú. Puede hacerse, la intendencia lo puede considerar. Como dijo Andrés Piaggio, “tenemos la obligación de considerarlo y estudiar cada una de las alternativas”. De eso se trata, esta es una alternativa. Que merece consideración.


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