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Paysandú, Domingo 07 de Mayo de 2017

EN EL ENTORE A LOS 15 MESES

En Campo Nuevo, “tomamos acertadamente una decisión estratégica”, señaló Aurelio Tortorella

Rurales | 07 May Adoptar decisiones en los establecimientos agropecuarios no siempre es fácil y mucho menos cuando el área no permite una expansión para otros emprendimientos. Así se entendió en “Campo Nuevo”, de los hermanos Tortorella, en el departamento de Paysandú: “tomamos acertadamente una decisión estratégica” al entorar vaquillonas a los 15 meses”, señaló a EL TELEGRAFO Aurelio Tortorella.
“En vez de hacerlo como sucede tradicionalmente en la ganadería uruguaya, que se entora las vaquillonas a los 27 meses, hicimos hace cinco años una prueba con vientres de 15 meses”, recordó el principal del establecimiento ubicado en la zona de Santana, en donde se realizó días atrás una actividad en el marco del proyecto de relevamiento y difusión de mejoras en la cría de vacunos de carne, que lleva adelante el Instituto Plan Agropecuario, en el desarrollo del Fondo de Transferencia de Tecnologías y Capacitación Relativo al Sector Agropecuario. “Hace cinco años que lo hacemos y hoy todo el entore de nuestras vaquillonas son con 15 meses. Esto nos permite que esa ternera entre los 15 y los 27 meses no esté girando en el campo sin ser productiva, y así tener más vientres entorados por hectárea”, explicó Tortorella.
“Campo Nuevo” posee una parte en basalto profundo y otra de basalto superficial. Son aproximadamente 1.000 hectáreas; un 15% se destina a cultivos de invierno y verano, y el resto se trabaja con ganadería. Un 60% es campo natural y el resto es de mejoras de festuca con lotus.
Con un rodeo de aproximadamente 600 vacas en cría, el sistema está enfocado a la reproducción de esos vientres, comercializándose el ternero macho al destete entre marzo y abril, además del saldo de las terneras que no se entoran; después de agosto-setiembre, se vende la vaca fallada para el abasto. “Debido al área con que contamos y al sistema utilizado, decidimos ser más eficientes y, junto al técnico agropecuario Gonzalo “Bocha” Zabaletta, tomamos la decisión de hacer una experiencia y comenzar a preparar y entorar el ganado desde más joven”, indicó.
Para lograr que esas terneras lleguen a los 15 meses con un peso para entore, que en este caso oscila entre 300 y 320 kilos, deben recibir un tratamiento especial en su alimentación desde el nacimiento, “pero todo depende del costo-beneficio --sostiene el empresario-- tratando de que los costos no se eleven demasiado”. Se parte de un Hereford bien definido, en cuyo aspecto genético trabajan desde hace bastante tiempo, “logrando terneras al destete de 200 a 230 kilos”.
Sostiene que después de seleccionar las terneras que serán madres, “durante el primer invierno las racionamos con una ración para terneros con 14% de proteína durante 120 días. Pasan el resto del invierno hasta el entore en pradera y cuando llegan a 290 kilos, están prontas para hacer la Inseminación A Tiempo Fijo (IATF), con tacto previo para comprobar su desarrollo de la sexualidad”.
Las hembras seleccionadas después del destete pasan a pradera de festuca y lotus, racionadas en autoconsumo desde el primer mes, durante un período de unos 120 días (ración balanceada de recría con 14% de proteínas). Consumen unos 2 a 2,5 kilos por día. “El objetivo es que alcancen un peso de unos 300 kilos previo a la inseminación”, aclaró Zabaletta.
Al colocar los dispositivos intravaginales, previo a la inseminación en octubre, se realiza diagnóstico de actividad ovárica que determina el grado de madurez sexual, comparable con un rodeo adulto. El primer servicio es realizado cuando tienen entre 15 y 17 meses de edad y pesan entre 300 y 320 kilos, mediante inseminación a tiempo fijo, y repaso con toros.
Es importante tener en cuenta que todas las categorías llegan al parto manejadas sobre campo natural. Luego entran a praderas hasta diciembre, cuando se realiza diagnóstico de actividad ovárica y son clasificadas en función del ciclo estral. El entore es entre noviembre y enero, los partos se producen entre agosto y octubre, mientras que el destete es entre abril y mayo. La razón fundamental “se basa en la mejor época para los partos, en función del pico de producción forrajera de primavera y pasturas que maduran muy temprano por la seca de enero”, explicó Zabaletta a EL TELEGRAFO.


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