Policiales | 04 Jul Un conocido infractor de 15 años que fuera reconocido como el que intentara copar una casa ubicada por Cerrito fue entregado a sus padres por resolución judicial pese a violar en la noche del miércoles la prohibición de salir en horas nocturnas que le había impuesto la Justicia.
El procedimiento —efectuado por personal de la Brigada de Hurtos y Rapiñas de la Seccional Primera— comenzó cuando un efectivo policial que se encontraba en horas francas en la Costanera observó a un infractor, poseedor de múltiples anotaciones policiales, y a un conocido delincuente de 20 años, que ofrecían en venta una amoladora. Luego de vigilar los movimientos de los individuos durante varias cuadras, solicitó apoyo al personal de la citada brigada y se practicó una redada en avenida José de San Martín y Cerrito, lográndose la detención del mayor —que tenía en su poder una amoladora mediana, de color verde, marca Hitachi— y del conocido infractor. Este se encontraba requerido desde el 27 de junio por ser sospechoso de un intento de copamiento. Conducidos los detenidos a la comisaría e interrogados, el menor dijo que la amoladora había sido hurtada por el mayor y que él únicamente se disponía a venderla, para luego dividir el dinero entre ambos.
Intento de copamiento
El infractor fue reconocido como el autor de un intento de copamiento cometido el citado día en una casa a la que un individuo ingresó por una banderola y sorprendió a la dueña cuando se encontraba dormida. Al despertarse, la mujer gritó en procura de auxilio. A raíz de ello, el individuo la amenazó de muerte, tomó una prenda interior de la dama, a la que amarró un cordón de uno de sus championes y cubrió la boca de la mujer, intentando amordarzarla. Ella forcejeó con el sujeto hasta que éste desistió de su propósito, guardó la llave de la puerta para que la señora no pudiera salir, y huyó por la banderola por la que había ingresado, dejando abandonada una bufanda y un par de championes. Una vez reconocido el menor como autor del copamiento, se le exhibieron a su madre los championes Nº 38 y la bufanda abandonados en el lugar del ilícito. La mujer reconoció el calzado deportivo como el que fuera adquirido por su hijo en 90 pesos, y la prenda de abrigo como la que le fuera regalada por una familiar suya, domiciliada en Buenos Aires.
Ante esto, la Justicia dispuso en primera instancia que el mayor no fuera privado de su libertad y que el menor fuera entregado a sus padres, bajo la expresa prohibición de salir de su domicilio en el horario comprendido entre las 19 y las 7.
Nuevamente detenido
No obstante, en la noche del miércoles, la Policía fue alertada que una mujer pedía auxilio a gritos desde el interior de una casa en la zona de Bolívar y Cerrito, ya que un desconocido estaba destrozando una ventana del almacén que tiene en su domicilio. En respuesta al llamado concurrió al lugar personal de la mencionada Brigada y constató daños en una barra de aluminio de 1,20 metros de largo usada para asegurar la puerta del almacén, así como también en los postigos de una ventana. Un hombre que pasaba circunstancialmente frente al lugar observó que los autores del daño habían sido tres individuos, a los que describió detalladamente, quienes habían emprendido la fuga por Cerrito al Norte.
Inmediatamente, se practicó una recorrida por esa calle y, antes de 18 de Julio, se le dio la voz de alto a tres individuos cuya apariencia se ajustaba a la descripción aportada por el testigo. Dos se dieron a la fuga y el restante se resistió a ser detenido. En el momento en que era reducido, sus acompañantes enfrentaron a la Policía.
El mismo menor
Finalmente, se logró la detención de un individuo, resultando ser el menor al que la Justicia había prohibido salir en horas nocturnas de su domicilio. Ya esposado y colocado en el asiento trasero del móvil policial, el menor infractor acusado del copamiento aplicó un puntapié en la cabeza al chofer del vehículo y le hizo perder momentáneamente el dominio, obligándolo a efectuar una rápida maniobra para evitar un accidente. Conducidos los detenidos a la comisaría, el magistrado actuante dispuso que el infractor permaneciera bajo la custodia del Inau y fuera emplazado en horas de la tarde en compañía de su madre a la sede judicial, donde resolvió finalmente la entrega del adolescente a su responsable.