Locales | 07 Jul El director teatral Raúl Rodríguez culminó su trabajo en la Academia Rusa de Artes Teatrales (Gitis) de Moscú, donde dirigió a alumnos de cuarto año y recibió las felicitaciones de Vladimir Andreev, maestro de la Cátedra de Actuación.
Tras brindar varias conferencias en Polonia y permanecer varios días en Irán, donde participó de un festival teatral, Rodríguez se abocó al segmento más importante de su viaje: dirigir una obra en una de las universidades de teatro más prestigiosas del mundo.
«Terminé mi trabajo en la Academia Rusa de Arte Teatral con un éxito que yo mismo no esperaba, sinceramente. Esta puesta en escena con los estudiantes de cuarto, los que egresan a partir de este mes (junio), era un experiencia nueva aquí. Mi aspiración se limitaba, como es lógico, a no desentonar, a estar a la altura de todos los conocimientos que los maestros le han dado en todos estos años a esos estudiantes. El resultado ha superado esta aspiración y he recibido muchos elogios por el resultado de este intenso trabajo que he podido concretar por la absoluta entrega de los protagonistas», relató.
La pieza fue presenciada por catedráticos de actuación, autoridades de Gitis, invitados especiales, el embajador uruguayo en Rusia, el agregado cultural de Argentina, así como numerosos estudiantes. Una vez finalizado el espectáculo, el maestro Vladimir Andreev hizo uso de la palabra y ensayó un análisis de la obra.
«Sus palabras, sus felicitaciones, fueron las primeras de las muchas que oímos esa noche y de gran valor por tratarse de una personalidad teatral sumamente respetada tanto en Gitis como fuera de ella.
Todo ha tenido una carga muy fuerte en lo emocional porque hemos tenido con los estudiantes, con la pedagoga asistente, con la coreógrafa, con todo el equipo una relación muy estrecha de respeto y cariño mutuo», afirmó el director. Su estadía en Moscú fue asimismo ocasión propicia para participar en un programa de radio emitido a través de «La Voz de Rusia» (ex Radio Moscú), emisora con la que colabora desde hace varios años.
«Me retiro de Moscú con la satisfacción del deber cumplido. De haber estado a la altura de lo que se esperaba de mí, a la altura de la confianza depositada por el decano Valentin Teplyakov, y la rectora de Gitis, quienes ya me han invitado para futuras realizaciones.
También he recibido un invitación de un teatro profesional para realizar una puesta en escena el año próximo. Por supuesto que no he desaprovechado ocasión para continuar viendo espectáculos profesionales así como las presentaciones de los estudiantes de los diferentes cursos de la academia», añadió.
El viaje también redundó en importantes contactos, como el establecido con el doctor Anatoly Smelianski, rector del Centro de Estudios del Teatro de Arte de Moscú, el crítico e investigador teatral más importante de Rusia.
También estableció contacto con el director del Laboratorio Internacional Chejov, Víctor Goulchenko (que también presenció el estreno), con quien proyectó actividades conjuntas para 2009 y 2010. La gira de Rodríguez concluyó en París, donde se puso en contacto con directores de teatro y asistió a espectáculos de primer nivel.