Opinion | 07 Jul La Mesa Intersindical de Policías no descarta realizar una huelga si no se atienden sus reclamos de aumentos salariales, aunque aclaró que eso no afectará a la seguridad sino a las áreas administrativas. Por lo pronto, un grupo de policías del Interior ya anunció para el próximo jueves un paro de 24 horas.
En una asamblea realizada en Minas, en la que participaron funcionarios policiales de varios departamentos del país, se resolvió realizar un paro de 24 horas el jueves 10. No obstante, la medida carece de apoyo de la Mesa Coordinadora de Instituciones Sociales de la Policía, la Mesa Intersindical y el Círculo Policial, que sostienen que la medida fue resuelta por un grupo minoritario.
El Ministerio del Interior aseguró que si se aplican medidas de paro, el servicio será declarado esencial. La ministra Daisy Tourné dijo que la Organización Internacional del Trabajo excluye del derecho a huelga a policías y militares y sostuvo que las comisarías no quedarán desa-tendidas porque son esenciales para la seguridad pública.
En la Rendición de Cuentas se contempla un aumento de $850 para los policías —y de $700 para el personal de apoyo—, pero esto resulta totalmente insuficiente, ya que el gremio considera que los funcionarios policiales están a la orden las 24 horas, lo que ganan resultaría en $11,80 la hora. Lo real es que más de 1.500 policías viven por debajo de la línea de pobreza, en asentamientos irregulares y muchas veces conviven en un mismo barrio con los delincuentes. Esto último, por otra parte, podría solucionarse con un plan de viviendas dignas para los funcionarios.
Así, es razonable que los policías reclamen mayores aumentos, pues sus sueldos están entre los más sumergidos del país. Tanto, que podrían ser calificados de insultantes si se tiene en cuenta que se trata de personas que se arriesgan a ser heridos o muertos por delincuentes cada vez más violentos y fuertemente armados.