Deportes | 05 Jul Tuvo revancha, pero no pudo ser. La boxeadora sanducera Adriana Herrera volvió a verse las caras con la argentina Yessica Boop, ahora nada menos que en el mítico Luna Park de Buenos Aires, y si bien volvió a perder frente a la blonda promesa del boxeo argentino, se puede decir que Herrera «con honor».
Es verdad, las tarjetas fueron unánimes al sellar el triunfo de la local con cifras de 60-55, 60-54 y 60-54, pero la representante de Paysandú tuvo momentos de buen boxeo, mostró una gran mejoría a la hora de moverse arriba del ring, y se dio el gusto de mostrar cintura para esquivar golpes de Boop y también de cruzar guantes en un par de ocasiones.
Por eso, más allá de que la tercera pelea como profesional de Herrera significó derrota, el balance fue positivo. La sanducera volvió a encontrarse con Boop después de lo que significara su debut en el campo rentado, y aunque nuevamente la argentina ganó el duelo, lo hizo otra vez por puntos, sin poder mostrar esa pegada mortífera que hizo que la rubia fuera catalogada como la gran promesa albiceleste a lo largo de su extensa carrera amateur.
Para Herrera significó experiencia, la posibilidad de pisar el ring del mítico Luna a lo largo de seis asaltos que dieron paso nada menos que a dos peleas por títulos mundiales.
Es que tras la pelea que tuvo como protagonista a la sanducera se produjo la presentación de la argentina Marcela «La Tigresa» Acuña, que mantuvo el título Supergallo de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) al vencer por puntos y en fallo unánime a la canadiense Danielle Bouchard.
Y luego fue tiempo de que el argentino Hugo Garay, en la pelea de fondo, doblegara por puntos al ucraniano Yuri Barashian para conquistar el título mundial Semipesado de la AMB. STB