Locales | 07 Jul La situación de los ex deudores en dólares del Banco Hipotecario, perjudicados al pasarse a unidades rejustables que mantienen el valor de $25,50 (que ya no tiene el dólar estadounidense) fue planteada por el edil Silvano Baiz. Dijo el curul nacionalista ante el plenario de la Junta Departamental que se refería «a los deudores en dólares del BHU, que fueron engañados cuando realizaban los trámites de préstamo para su vivienda y en el momento de firmar sus créditos, solicitados en unidades reajustables y firmados en moneda norteamericana. Sueño de todo trabajador es hacer la casa, acorde a sus ingresos, por lo que gran desilusión se llevaron aquellas familias cuando —a mediados de junio de 2002— se disparó la moneda extranjera con la consiguiente desesperación, pérdida de viviendas y en algunos casos, el suicidio».
«Se llevaron a cabo congresos en los que muchos participamos. En todos lados se nos decía que fuimos engañados por el propio gobierno que llevó al endeudamiento en moneda extranjera y quienes hoy son gobierno nos decían que si conseguíamos los votos, se arreglaba todo instrumentando una ley para solucionar el problema o pasando a UR a los deudores del Hipotecario».
Resumió que «esos deudores salieron del problema como pudieron, perdiendo bienes y en algunos casos su familia, porque también fue un problema social que vivió el Uruguay». «Llegó agosto de 2006 y el BHU fomentó la resolución de pasar de ser deudores en dólares a unidades reajustables y quien se quema con leche, ve la vaca y llora —afirmó el edil— porque aquí viene lo más triste: se calcularon las deudas con un dólar de $24 cuando estaba en $25,50. Hoy el dólar está a $20 y, por ejemplo, quien pagaba 300 dólares en aquel momento hoy debería pagar $6.000 pero resulta que, por la UR, paga $9.000».
Baiz dijo «si la política de gobierno era bajar el dólar, pregunto por qué no dejó a esos deudores como estaban. El BHU sabía la política económica a seguir, que esto iba a ocurrir, pero prefirió engañar nuevamente a varios compatriotas, que también soportan el IRPF, la reforma de la salud, etcétera, por lo que podemos decir que es una rebaja de sueldo para esta franja de la sociedad. Aquí se abre un gran deber del Banco Hipotecario con estos deudores, a los que debería contemplar de alguna manera».