Nacionales | 08 Jul Uruguay y Chile profundizaron sus relaciones políticas y económicas, tras rubricar en Montevideo un Acuerdo de Asociación Estratégica y la aceleración de la desgravación arancelaria entre ambos países, en el marco de la visita de la mandataria chilena Michelle Bachelet.
Los acuerdos fueron firmados tras una reunión privada entre el presidente Tabaré Vázquez y Bachelet, que luego fue ampliada a ambas delegaciones. Según la declaración conjunta emitida por ambos mandatarios, el Acuerdo de Asociación Estratégica tiene el fin «de profundizar las estrechas relaciones entre ambos países, sobre la base de la comunidad de valores, los principios compartidos y la convergencia de objetivos».
Bachelet, que destacó la «coincidencia de enfoques» de ambos gobiernos, dijo: «hemos decidido elevar el compromiso y suscribir este Acuerdo de Asociación Estratégica», que «no solo facilita y refuerza el diálogo bilateral, sino que permite robustecer los cimientos de nuestra relación y toda su institucionalidad. Nos va a permitir enfrentar juntos los desafíos que tenemos como países».
Vázquez, por su parte, indicó que este acuerdo «no es exclusivo ni excluyente», en alusión a que ambos tienen acuerdos de esta naturaleza con otros países, y a que no va contra los procesos de integración. «No hay cangrejo debajo de la piedra, pues esta asociación no es excluyente respecto a los sistemas de integración en los que Chile y Uruguay participan», señaló Vázquez, quien insistió en que «no es un misil» dirigido contra ningún proceso de integración.
«Nos sentimos parte del vecindario», aseveró el mandatario. Con Bachelet «también hemos renovado nuestra común vocación latinoamericanista, renovando el compromiso de trabajo para coadyuvar a la convergencia de los distintos procesos de integración», añadió.
No obstante, advirtió que «Latinoamérica debe superar la paradoja de ser una región con tantas voces, que no se entiende a sí misma ni es escuchada por los demás. Tenemos tantas voces que en última instancia no tenemos ninguna voz. A esa tarea, que no es silenciar la diversidad, sino un proyecto que involucre a todos, Chile y Uruguay pueden aportar bastante, y los gobiernos que encabezamos la presidenta Bachelet y yo nos comprometemos a eso», afirmó.
En la declaración conjunta rubricada por ambos mandatarios, se congratularon asimismo por el acuerdo logrado «para acelerar bilateralmente la desgravación arancelaria de prácticamente la totalidad del universo arancelario de bienes al 1º de enero de 2009», que representa «un paso importante en el perfeccionamiento de la zona de libre comercio entre Uruguay y Chile».
Por su parte, el ministro de Economía, Danilo Astori, destacó el avance en materia de complementación económica y comercial con Chile. Ambos países «están progresando rápidamente en materia de desgravación arancelaria, en materia de solución de temas como servicios, compras del Estado, promoción de inversiones», dijo. Agregó que en pocas semanas se cristalizará un acuerdo para evitar la doble tributación.
Ambos gobiernos suscribieron además un protocolo para la coordinación de políticas sociales y de cooperación de género. El canciller chileno Alejandro Foxley destacó que «si hay dos países que pudieran de verdad, en un plazo razonablemente breve, pensar que están plenamente integrados, más allá que uno pertenezca o no al Mercosur, a la CAN o lo que sea, por voluntad política, por complementariedad, por deseo, Uruguay y Chile van a ser los que tienen mayor probabilidad de llevar a cabo esta idea».
Foxley precisó que Uruguay y Chile buscan una quita de aranceles «en prácticamente todos los productos». Añadió que «el paso siguiente sería un acuerdo en materia de inversión» porque «nosotros queremos mucho más inversión uruguaya en Chile, y esperamos que lo mismo ocurra al revés».
Por otra parte, la presidenta chilena habló en la sesión de la Asamblea General, donde destacó la hermandad de los pueblos uruguayo y chileno, fundada en la tradición democrática y la sólida relación cultural. Ambos países supieron sufrir los rigores de la dictadura, la falta de libertad, la violación sistemática de los derechos humanos de los ciudadanos y llevaron adelante una exitosa transición a la democracia, afianzando las instituciones.
Además, en su apretada agenda, Bachelet recibió las llaves de la ciudad de Montevideo.
MUJICA PLANTEA SUBSIDIOS
El senador frenteamplista José Mujica propuso gravar las importaciones de productos que no son de necesidad básica, como automóviles y electrodomésticos, para subsidiar el precio de los alimentos en el mercado local.
Mujica reiteró que la tendencia al alza en el precio de los alimentos es un problema mundial, que está provocando grandes conflictos y opinó que actualmente las economías internacionales están abiertas, y la demanda mundial también repercute en Uruguay. Explicó que a esto se suma una fuerte corriente especulativa, que contribuye al aumento de precios. «La oferta no sube al mismo ritmo que ha subido la demanda. Esto perjudica a los más pobres», sentenció el senador. Debido a esta coyuntura, Mujica sostuvo que no parece fuera de lugar gravar las importaciones de productos suntuarios, como automóviles o electrodomésticos, para subsidiar los costos de los alimentos, y aclaró que no se trata de crear otro impuesto. «El que menos gana, proporcionalmente, de todo lo que gana, es más grande en proporción lo que gasta en comida. Por lo tanto, no parece disparatado que a algunas cosas que no son tan importantes como la comida, de mantenerse esta tensión, las gravemos para desviar recursos que subsidien el precio de algunos alimentos básicos», dijo.
Por otra parte, los productores hortícolas se oponen a la decisión del gobierno de facilitar al máximo la importación de frutas y verduras para ofrecer a la población productos más baratos.
Juan José Urtarán, integrante de la Mesa Intergremial de la Granja, acusó al ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Ernesto Agazzi, de «mentir descaradamente» cuando expresó que va a faltar papa y cebolla. Dijo que se deja entrar esos productos con una ventaja «totalmente desleal» contra el sector productivo local, basándose en el posible desabastecimiento. Además afirmó que todavía «son de mala calidad».