Locales | 13 Jul Los festejos sanduceros del 25 de Agosto de 1888 motivaron la publicación de una curiosa crónica en el vespertino «El Paysandú» del 27 de agosto. Dice la nota:
«Lo del sábado».
«Las fiestas patrias habidas en conmemoración del 53 aniversario del 25 de Agosto, han pasado sin dejar en pos de sí nada notable que consignar a la pluma de los ávidos noticieros».
«El Te Deum no ofreció particularidad ninguna. Las voces infantiles entonando el Himno Nacional en la Plaza Constitución, merecen el aplauso tributado con verdadera efusión del alma».
«Los niños, que a juicio de muchas personas habían ensayado el Himno con éxito completo, fueron los que dirige la Señorita de San Julián en el Colegio de Salesianos».
«En cuanto a los fuegos artificiales, aseguran algunos viejos que no estuvieron a la altura (cuestión de niveles) de los que se quemaban ahora cincuenta años atrás (no es nada lo del ojo)».
«Sin embargo, hay jóvenes que afirman que dichos fuegos han sido los mejores que han visto quemarse en la localidad (aquí la protesta de los viejos)».
«La concurrencia que asistió a la plaza por la noche, se calcula en más de cinco mil almas».
«Una manifestación contra el gobierno tal vez no hubiese dado mejores resultados».
«No hubo, que sepamos, otra desgracia personal que la quemadura producida por un cohete en un ojo de uno de los concurrentes a la Plaza Constitución pero felizmente no fue casi nada lo del ojo».
«¡Ah!, se nos olvidaba: después del Te Deum el Señor Jefe Político invitó a algunos caballeros a tomar unas copas de champagne en los salones de la Jefatura Política».
«Allí se brindó, según se nos dice, por la felicidad de la Patria para la cual siguen trabajando en paz y gracias a Dios el ilustre General Tajes».
«Por la noche función de gala en Progreso, con asistencia del cuerpo consular y las primeras autoridades del departamento».
«‘La dance, los diamantes de la corona‘, obra ya representada por la compañía y que sea dicho en honor de la verdad, no salió muy bien parada en su segunda audición, debido a causas que no hay aquí para qué tener en cuenta».
«¡He aquí todo!»
«Lo que no es poco».
«Según los empleados públicos. Que no tienen el alma para fiestas».