Locales | 15 Jul Los ciudadanos franceses y quienes están vinculados a esa nación celebraron ayer la toma de la Bastilla por los revolucionarios en 1789, que se mantiene como el mayor exponente del proceso revolucionario en Francia, y que tuviera una gran influencia en los procesos libertarios en América.
La Toma de la Bastilla -una fortaleza convertida en cárcel del Estado- se produjo en París el 14 de julio de 1789. A pesar de que la fortaleza medieval conocida como la Bastilla sólo custodiaba a siete prisioneros y ninguno de ellos era en ese momento por razones políticas, su caída en manos de los revolucionarios parisinos supuso simbólicamente el fin del antiguo régimen y el punto inicial de la Revolución Francesa. La rendición de la prisión, símbolo del despotismo de la monarquía francesa, empezó a convertirse en la imagen de la libertad -y celebrarse como tal- en junio de 1790, pero recién en 1880 fue declarado el día oficial de la fiesta nacional francesa.
LOS FRANCESES SANDUCEROS
«Los integrantes de la comunidad francesa en Paysandú, que es chica, estamos integrados a la sociedad sanducera y a lo que es el espíritu de Artigas», dijo Gilles Segarra, cónsul honorario de la República de Francia en Paysandú.
Segarra y el intendente Pintos, junto a una estudiante, colocaron una ofrenda floral en la estatua de Artigas con la leyenda «La France a Don José».
«Artigas comulgaba con los principales enunciados de la revolución francesa; entonces cada 14 de julio uno recuerda a Francia, que es de donde uno viene, porque nunca se deja de ser una pequeña parte de esa Francia, pero por otro lado también comulgamos con el espíritu de Artigas. Y eso es lo que sentimos acá en la plaza», afirmó.
También acompañaron la fecha el intendente Julio Pintos y representantes diplomáticos en Paysandú, así como una delegación de estudiantes de Tahití de visita en nuestra ciudad por el intercambio estudiantil, y también chilenos vinculados a la Alliance Française, por lo que «estamos muy bien rodeados», dijo el cónsul honorario.
Destacó la participación en el acto de «mucha gente, más que otras veces, para lo que puede haber acompañado el clima».
Sobre la situación de los franceses en Paysandú, dijo que «hay unas 60 personas que son franceses de origen y descendientes», citando su propio caso, ya que sus hijos son ciudadanos franceses pero nacidos en Uruguay, «pero todos estamos integrados, pese a ser una colectividad pequeña». Esa integración «se ve en el trabajo, y hay muchos vinculados a la agropecuaria y la citricultura».
Sobre los uruguayos en Francia, precisó que pese a «toda una problemática que se ha creado por la ley que votó la comunidad sobre inmigración, están todos bien instalados e integrados».
Bromeó con la alta temperatura registrada ayer en Paysandú, señalando que «tuvimos un día espectacular, que no es de invierno y posiblemente el 14 de julio de 1789 haya sido un día similar», ya que es verano en Francia.