Rurales | 16 Jul «En los últimos años el sector lechero perdió alrededor de 200.000 hectáreas en el país», señaló a EL TELEGRAFO, el presidente de la Intergremial de Productores de Leche (IPL), José Pedro Nuñez, luego de analizar en Paysandú la problemática que envuelve a la lechería uruguaya.
Nuñez expuso ayer en el pabellón central de la Exposición Feria de Paysandú sobre la delicada situación, explicando que «el 45% de la tierra que utilizan los tambos del país son arrendadas. Como la rentabilidad de la leche no es tan alta como la agricultura», las posibilidades de obtener tierra para el tambero cada vez es más lejana.
Sostuvo que por la Ley de arrendamientos, «la lechería implica contratos a cinco años, y en un momento de suba de precios, es bastante común que los propietarios de los predios prefieran arrendar a más corto plazo con precios bien importantes que pagan los agricultores, e incluso muchas veces hasta por adelantado, lo que determina cada vez mayores dificultades de la lechería para mantener las tierras que ya tiene, o adquirir otras».
Hasta hace algunos años, se estimaba que «ocupaba aproximadamente hasta 1.000.000 de hectáreas. En tanto que, siempre manejando datos oficiales, actualmente la lechería maneja poco más de 800.000 hectáreas, por lo que ya se habrían perdido unas 200.000 há. en esta actividad». Entiende Nuñez que no es sólo un problema de este sector, «sino un problema del país. Estamos pensando en un sistema de producción que además, tenga determinadas características sociales que le dé vida a la gente que actualmente vive en el campo».
Preocupa que están ingresando a Uruguay «nuevos consorcios agrícolas además de los que ya existen en el país».
Precisamente sobre el tema de la expansión agrícola, «en Paysandú se presentaron datos días atrás, mostrando que la lechería ocupa a 22 personas por hectárea, mientras que la agricultura sólo dos o tres personas cada 1.000 hectáreas».
Por tal motivo, «evidentemente no hay que pensar solo en el volumen físico de la producción, sino también en las características sociales de nuestra población rural».
Reunión
Con la presencia de productores de la cuenca del Sur del país, de Melo, Salto y Río Negro, un amplio espectro de los productores a nivel nacional, el encuentro se desarrolló en el pabellón central de la Exposición Feria de Paysandú, con una asistencia que superó el medio centenar de personas.
La IPL ha decidido como método de trabajo, efectuar cada dos o tres meses, reuniones en zonas de gremiales socias del Interior del país. El mes anterior fue en La Casilla (Flores), y ahora en Paysandú.
El doctor Sergio Filgueira, secretario de la IPL y delegado ante el Instituto Nacional de la Leche (Inale), indicó a EL TELEGRAFO que «en cada encuentro se trata un tema central, y posteriormente se desarrollan otros asuntos que plantean los asistentes. En esa ocasión se analizó la problemática del sector para el acceso a la tierra y las distintas formas de obtener campos, y lo que genera la forma de expansión de la lechería».
Sostiene que a la expansión de la forestación y la agricultura, «debe sumarse la importante suba en el costo de los insumos. Si bien hoy el tambo es una actividad rentable, debe competir en el corto plazo con los arrendamientos que están proponiendo los agricultores y los grandes pools de siembra que lo vemos claramente en el departamento de Paysandú».
«Campo que sale a arrendamiento o venta termina en mano de alguno de estos pools y para nosotros contra esto es imposible competir, porque la lechería es una producción que requiere estabilidad en la tierra y no se puede hacer un arrendamiento por 12 meses o dos años a los valores que proponen ellos. Necesitamos un plazo de permanencia a mediano plazo para poder desarrollar la lechería, lo cual está afectando muchísimo a los productores». Filgueira acotó que «se nota que la demanda en los campos de recría es cada vez mayor, quedando muchas vaquillonas sin poder ingresar a esos campos».
Más allá de eso, «los productores que hacían habitualmente sus reservas en campos de otros productores (para hacer grano o tener alguna vaca seca en el invierno) hoy es imposible, ya que los campos están siendo todos utilizados para la agricultura, y fundamentalmente por productores que llegan desde Argentina».