Locales | 23 Jul Una de las coordinadoras del refugio nocturno «La Heroica», Laura Rodríguez, dijo a EL TELEGRAFO que mantuvo conversaciones con integrantes del Mides con el fin de impulsar la instalación en Paysandú de un refugio de «baja exigencia», para aquellas personas que se niegan a cumplir con los requisitos del que ya existe. Si bien autoridades locales del ministerio no confirmaron la realización de gestiones, la directora de la Dinacis, Berta Sanseverino, no descartó la posibilidad.
Situación compleja
Laura Rodríguez recordó que en ocasiones la Policía traslada al refugio a «personas en situación de calle» y también «el Hospital deriva» casos de estas características.
«Tenemos la dificultad de trabajar con el crónico de calle alcohólico, porque no acepta normas de convivencia ni la higiene personal y no acepta no entrar alcoholizado», explicó.
Las normas del refugio fueron establecidas de modo tal, que personas en estado de desaseo, o bajo los efectos de alcohol u otro tipo de drogas, no entorpecieran el funcionamiento del lugar ni tampoco molestaran a las demás personas.
Consultada respecto a si esos casos representan una frustración para los encargados del refugio, la coordinadora añadió que esa sensación fue superándose.
«En 2006 se retiraban los intentos (de trasladar a estas personas al refugio) y eso sí frustraba. Ahora cuando sabemos que la persona no lo acepta, si viene derivada por el Hospital se hace un nuevo intento y si lo vuelve a traer la Policía también», afirmó.
Expresó además que inició algunas conversaciones con autoridades del Mides en Paysandú, quienes estarían a punto de «proponer un refugio de baja exigencia» -similar a el que existe en Montevideo-, donde la persona ingresa y «se queda a dormir en las condiciones que sea que llegue. Aun acompañado por su mascota. Porque a veces también sucede eso: no se quieren separar de la mascota o no se quieren separar de sus cosas», explicó Rodríguez.
«Se está pensando y probablemente la coordinación del Mides lo va a proponer: un refugio para que contemple esa realidad», añadió, pero insistió en que estas personas «no se pueden mezclar con el resto», es decir con aquellos que quieren «seguir adelante» y «crecer».
Mides no confirmó
gestiones
No obstante, uno de los coordinadores del Mides en Paysandú, el doctor Ricardo Fleitas, adelantó que «por ahora no está previsto» instalar un espacio de estas características en nuestra ciudad.
«En principio las personas que entraron a este refugio se fueron adecuando a las exigencias. Quien no, se coordinaba para la asistencia, ya sea por el uso problemático de drogas, el tema del alcoholismo, que estaba presente sobre todo en la primera etapa», dijo Fleitas.
Añadió que todo el esfuerzo que involucra «conseguir» un refugio, indica que el «acento» debe ser puesto en «aquella población que evidentemente tiene más posibilidades de alcanzar vías de salida» y no tanto en «aquellos que están en una problemática mucho más profunda».
No obstante, reconoció que la situación de estos ciudadanos es «una inquietud» y que en Paysandú serían «unas seis o siete personas», a quienes «se les ofrece la oportunidad, no quieren el refugio, se les lleva en el invierno un plato caliente, una frazada». De todas formas dijo desconocer si la experiencia en Montevideo con refugios de baja exigencia ha sido satisfactoria.
Dinacis no lo descarta
La directora de la Dirección Nacional de Asistencia Crítica (Dinacis), Berta Sanseverino, quien llegó días pasados a Paysandú acompañando a la ministra Marina Arismendi, se mostró sorprendida por «el número importante de personas que han pasado por el refugio» en Paysandú y no descartó la posibilidad de instalar un refugio de baja exigencia aquí o en el departamento de Canelones.
«Nosotros vamos viendo nuevas modalidades, porque a medida que conocemos la población, los procesos que van generando ellos, vamos también ejecutando ‘casas de medio camino’. Es decir donde no se quedan solamente en la noche, sino que la casa está abierta todo el día y ahí hay cuatro o cinco familias que lo tienen casi como un hogar. Eso nos ha dado buenos resultados, para que más adelante puedan independizarse», explicó. También enumeró las características del refugio que en Montevideo recibe a quienes se niegan a aceptar las reglas de las propuestas convencionales.
«También tuvimos que abrir uno de baja exigencia para personas crónicas, que han hecho de la calle su hábitat, para los cuales los reglamentos que teníamos para los refugios comunes, les impedía ingresar», dijo Sanseverino.
La estrategia fue -añadió- cambiar estas exigencias y establecer otro horario, en tanto el equipo que los atiende «tiene otras características» y está más vinculado a la enfermería».
Dijo que la experiencia «ha sido muy interesante» y «probablemente, en el departamento que se pueda poner un programa de esta naturaleza» sería en Paysandú o Canelones, donde se dan «las experiencias más ricas del programa de calle». Admitió que aún no posee «números» respecto a la cantidad de personas en esta situación en Paysandú, pero informó que en la capital del país «hay alrededor de 400 personas».