Locales | 23 Jul Después de felicitar al equipo de dirección del HEL y a la Comisión de Obras por la recuperación de salas, «donde concurren los sectores más débiles de la población, los que necesitan el aporte y la protección de todos nosotros» la ministra María Julia Muñoz repasó algunos temas vinculados al nosocomio público, y también a la relación con los privados a través del Sistema Nacional Integrado de Salud, (Snis).
En cuanto a los «aportes» que recibe el hospital, la ministra, que estaba sentada junto al intendente Julio Pintos, mencionó específicamente dos casos de inversiones en la salud por medio del presupuesto participativo «que se hace a través de los sanduceros aportados por voluntad de la intendencia, y que en el caso de la salud hay dos: uno de 4.430.762 pesos para los arreglos en capital y policlínicas periféricas y 2.427.527 para proyectos de discapacidad, lo que nos deja claro que para Paysandú realmente la salud de su gente es una prioridad».
Respecto al estado del hospital, afirmó que «el presupuesto en inversiones para la salud se triplicó, y al asumir encontramos una infraestructura que tenía prácticamente 30 años sin haber sido mantenida».
Dijo que en el HEL «se ha trabajado muchísimo, estoy muy gratamente impresionada». Recordó que «yo concurrí a este hospital hace muchos años, en el siglo pasado, a dar clases en la escuela de tecnología médica, y nunca había visto tantos frentes de obra en el hospital en lugares tan importantes, como la rehabilitación, la parte de fisiatría».
LOS OJOS DE LOS JUBILADOS
Comentó que está en marcha el convenio con Onajpu y el BPS, por la atención de los jubilados en el llamado Hospital de Ojos, por el cual se han atendido han 6.626 jubilados. El convenio establece que los pasivos que ganen menos de 17.700 pesos «pueden consultar en el centro oftalmológico del hospital Saint Bois». Como noticia, dijo que «se abre la semana que viene un centro llamado Taradá Prado, donde podrán quedarse los abuelos del interior del país que tengan que operarse de cataratas y en el Saint Bois». El local para el alojamiento lo dispone la Onajpu, facilitando así la atención a los pacientes del Interior.
Se atendió un promedio de 116 personas por día, el 57% tenía cataratas, y podrán operarse, señaló.
Crecimiento demográfico
El crecimiento demográfico casi nulo que tiene Uruguay es una de las preocupaciones del Ministerio de Salud Pública y del gobierno, y «ya se ha tomado una política poblacional con el aumento de las asignaciones familiares, que es un estímulo a las familias que tienen más niños. La otra política es cuando se resuelva el IRPF, ver cómo se pueden hacer deducciones por los niños. Tenemos que ir transmitiendo la preocupación por el tema, porque nos va la vida como nación».
En lo que respecta a la salud, señaló «el cuidado de los niños que nacen, abatir la mortalidad infantil, y el caso de la sífilis congénita, que no debe haber más casos en Uruguay, porque es un diagnóstico y un tratamiento barato, y sin embargo en 48.000 nacimientos, hay 100 niños que nacen con sífilis». Este problema es el de mayor solución, ya con un estricto control del embarazo -que es gratuito- puede evitarse.
INFRAESTRUCTURA
«NO ES CHICLE»
Respecto a los movimientos de usuarios entre Salud Pública y las mutualistas en el nuevo marco del Sistema Nacional Integrado de Salud, y pese a la prohibición de cambio que hay por ahora, la secretaria de Estado dijo que «hubo un corrimiento hacia el subsector privado, que pensábamos se iba a dar, sobre todo de los niños menores de 18 años».
Afirmó que «conocemos los datos a través del BPS, que tiene información prácticamente al día, estamos conectados on line para conocer altas y bajas». Según Muñoz, a la fecha han ingresado al Fondo Nacional de Salud 1:400.000 personas, de los cuales 430.000 son menores de 18 años y de ellos 130.000 no tenían ningún tipo de cobertura.
En cuanto al problema de falta de infraestructura que puede darse si hay grandes movimientos de usuarios de un servicio a otro, y con relación a si eventualmente se van de una mutualista a otra esa infraestructura sería ociosa, dijo que «las estructuras que se arman deben tener cierta estabilidad. Nosotros escuchamos las opiniones de las instituciones y los usuarios, pensamos que debe haber un período de tres años en que salvo una razón fundada, que lo trataron mal o que no lo atendieron, permanezca en la institución, porque la infraestructura no es un chicle, y es un costo país que debe aprovecharse».
Aclaró que «la infraestructura que existe hoy en el país es para la población que tenemos. No podemos decir que el número de camas es alto. Hay un número prácticamente justo para lo que son los valores internacionales. Por lo tanto para la infraestructura que tiene un privado, puede hacer un convenio con otro privado o el sector público y estar ocupado. Por eso el sistema es integrado, porque las instituciones pueden hacer convenios de prestaciones entre sí».
En cuanto a las instituciones médicas, indicó que «han respondido aumentando y mejorando la infraestructura existente para atender fundamentalmente a esos niños». Dijo también que «las instituciones que controlen el embarazo y hagan los nueve controles gratuitos antes de los 14 meses de vida del niño van a recibir un premio del 6%, por lo que hay un estímulo en la captación de la embarazada y el niño».
HAY 150 INSPECTORES
TRABAJANDO
Recordó que el papel del MSP es «ejercer una rectoría sobre la calidad de los servicios».
En 2005, había cinco inspectores para todo el país, y ahora hay 150 «y pensamos aumentar el número y mejorar la calidad de los inspectores».
Entre los inspectores dependientes de la División Servicios de Salud que recorren los centros de salud, tanto públicos como privados, hay médicos, licenciados en enfermería, químicos farmacéuticos y otros profesionales técnicos que, según la ministra, «se encargan de hacer la habilitación de todos los locales. No había casi ninguna casa de salud habilitada, no había ningún servicio de primer nivel (policlínicos) habilitados».
«Llevamos más del 50% de habilitaciones, porque hay que inspeccionar, decirle cuáles son las normas y darle un plazo, porque si cerramos la policlínica porque no está habilitada la gente no tiene donde atenderse, y los abuelos se quedan sin donde vivir si cerramos la casa donde están».
En Paysandú, la responsable de las inspecciones es la licenciada Magdalena Espillar, «que es nuestra representante», dijo la ministra, especificando que «hace las inspecciones de primer nivel de casas de salud con los recursos que tiene, y las que no puede pide que se realicen de Montevideo».
Dijo también que en las instituciones que brindan servicios de salud se hacen inspecciones periódicas, con o sin denuncias de los afiliados. Comentó que una de las formas de inspección es que el funcionario del MSP va a la sala de espera de una mutualista o el hospital como un usuario más, y ve si hay problemas o no.