Paysandú, Domingo 27 de Julio de 2008

Prevenciones para dos plagas ganaderas: sequías y crudos inviernos

Rurales | 21 Jul Si la ganadería desea sobrevivir, deberá admitir el cambio del clima y adoptar medidas de sentido común para atemperarlo.
Las sequías y los crudos inviernos, son las dos principales plagas ganaderas. Pero además hay otros grandes errores de manejo, que los criadores insisten en no cambiar, como el sobrepastoreo, o no adoptar simples técnicas como el pastoreo rotativo del campo natural con eléctrico, sin haberlos jamás ensayado en su beneficio. Esto como simple comentario.
PRIMERA MEDIDA
Exige el uso de energía muy cara para la siembra: el gasoil. Se trata de implantar sorgo forrajero, «guapo» para sequías. De origen africano, ofrece numerosas opciones imposibles de obtener sólo con campo natural, con pastoreo continuo, que es lo corriente, expuesto al clima adverso.
El sorgo produce entre 20.000 y 40.000 kilos de forraje verde por hectárea y dos a tres veces más si es pastoreado en parcelas con eléctrico.
Fecha ideal de siembra: Primera semana de octubre, con humedad.
Pastoreo: ya en 40 a 45 días —fin de noviembre— hasta la ocurrencia de heladas.
Los beneficios tangibles en terneros serán:
1) Destete precoz el 15 de diciembre, de terneros nacidos en setiembre, con más de 3 meses.
2) Destete precoz el 15 de enero, de terneros nacidos en noviembre, con más de 3 meses.
Suspendidos los entores el 15 de enero, las últimas pariciones se producen en primeros días de noviembre, o sea unos 75 días hacia atrás.
Los beneficios en vacas «desterneradas», mantenidas en buen campo natural serán:
3) Impresionante estímulo natural de los celos entre mediados de diciembre y el 15 de enero, con unos 25 a 30 días de servicios.
4) Pariciones que finalizan el 5 de noviembre, aún en primavera.
5) Fuerte ganancia de kilos en el total de vacas «desterneradas» y especialmente útil en las de descarte.
Los beneficios en vaquillonas, obviamente pastoreadas por 60 días en el sorgo forrajero, serán:
6) De 1 y 1/4 a 1 y 1/2 años: impulso en el estado corporal, para soportar la sequía o el invierno inmediato.
7) Consecuencia «A»: alto porcentaje para entorar en la primavera, que equivale a precocidad.
9) Consecuencia «B»: rastrojos intensamente fertilizados con nitrógeno (urea) y orines (potasio), para la siembra de raigrás al voleo desde 1º de febrero, con tiempo seco, o pradera también al voleo, desde mediados de abril o mayo, según humedad.
Medidas importantes
a tomar
1) Adquirir la semilla en invierno para asegurar la siembra.
Utilizar el eléctrico para controlar un parejo pastoreo final de cada parcela, (evitando uso de pastera y tractor), obligando a un rebrote vigoroso y repetido, hasta las primeras heladas.
Un factible exceso en el área sembrada permitirá contar con un forraje en pie (quemado por heladas), voluminoso, tierno y engordador, a ser dosificado en el invierno, en sus primeros meses, para las categorías más jóvenes y exigentes.
Primordial objetivo
de la iniciativa
El objetivo es económico: al final de cada numeral, se efectuará un cálculo muy aproximado de los 3 rubros: de los kilos ganados en vacas (pesarlas) de los mayores servicios obtenidos y de la precocidad estimulada en los destetados (también pesarlos).
Estos resultados positivos es obvio que se prolongarán en el año siguiente, en un largo plazo, y aunque no integren esa primera contabilidad, la dinámica obtenida es un hecho palpable.
En el rubro opuesto figura el costo del cultivo con un contratista, en un área acorde a la explotación, o sea una iniciativa muy cara, con gasoil, pero que finalmente compensa por las ganancias recibidas por el ganado, en relación al precio de la carne.
El sorgo sembrado en una tierra simplemente buena no exige el uso de fertilizantes nitrogenados, hoy demasiado caros, que desalientan. En el que fuera mi tambo, con tierras discretas, nunca gasté en fertilizantes y sin embargo el desarrollo del sorgo era excelente hasta las heladas, debido a la fertilización natural con el ganado. Es forraje engordador. En fin, serias sequías y serios inviernos son los «agujeros negros» anuales que soporta la ganadería sin reservas forrajeras. O se evoluciona o la baja rentabilidad (pérdidas de peso o fuertes cuereadas) presionarán a los criadores a entregarse a la soja, o también a extranjeros que, con otras tecnologías, invaden nuestro país, ya con el 25% de nuestra tierra en sus manos.
SEGUNDa iniciativa
Es la producción de carne sin agricultura, con pasturas nativas permanentes. Es un sistema infinitamente más económico en los años, y a pesar del clima adverso, pues siempre se cuenta con pasto. La única exigencia será que el criador deberá amoldarse y adoptar el pastoreo rotativo intensivo con eléctrico. Pero sólo beneficios le reportará.
Livio Dutto, médico veterinario rural.


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