Opinion | 21 Jul Uruguay atraviesa una situación de «emergencia demográfica y son necesarias políticas públicas activas con urgencia», afirmó el director de la Oficina de Planeamiento, Enrique Rubio, al presentar un informe sobre población elaborado por la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, con apoyo del Fondo de Población de Naciones Unidas.
Nuestro país se encuentra en esta situación debido a dos factores. Por un lado, la baja natalidad, ya que cada mujer tiene en promedio 2,04 hijos en su vida frente a los 3 que tenía en 1975. Y
, por otro lado, el impacto de la emigración, pues en la década comprendida entre 1996 y 2006 unos 126.000 uruguayos optaron por salir del país, eligiendo residir en España (42,2%), Estados Unidos (26,3%) y Argentina (13, 2%).
El incremento en el costo de vida lleva a muchas parejas a planificar familias menos numerosas, optando algunas incluso por tener un solo hijo. A esto se suma la constante partida de uruguayos hacia el exterior, especialmente la población joven y económicamente activa que no encuentra en nuestro país la posibilidad de cumplir con sus expectativas laborales. Además de un censo de población y vivienda en 2010, Rubio anunció la creación de una comisión sectorial para establecer políticas y estrategias «que permitan amortiguar y dar solución a algunos de los problemas que Uruguay tiene en materia demográfica».
El Poder Ejecutivo está omiso en el diseño de políticas para contrarrestar esta situación. Si queremos tener un desarrollo sustentable en el mediano plazo, es necesaria la adopción de políticas públicas activas con urgencia. Además, se debería trabajar en forma rápida para la implementación de las políticas de retorno de muchos uruguayos que están deseosos de volver. Varios han retornado al país gracias a la posibilidad de ingresar sus muebles, maquinarias y automóvil, pero encontraron que la reglamentación aún no estaba pronta y sus pertenencias quedaron en Aduana, lo que ha provocado que otros desistan.
En otro plano quedaron aquellos que, habiendo regresado, se encontraron con la cruda realidad de no contar con opciones de inversión o la escasez de materia prima necesaria para efectuar su trabajo.