Locales | 24 Jul
La Caja de Jubilaciones y Pensiones Bancarias requiere soluciones que deben instrumentarse lo antes posible, indicó a EL TELEGRAFO el dirigente de AEBU, Abel García Carvalho, al destacar que la desfinanciación de la Caja tiene múltiples causales. Señaló que el problema principal es la ecuación entre activos y pasivos, que se ha deteriorado al punto tal que «hace imposible la sustentabilidad», a lo que ha contribuido la imposibilidad de ingresos de funcionarios a la banca oficial, que hizo que por casi 20 años no ingresara personal a estos bancos, donde hoy el promedio de edad es de 48 años. Además mencionó el hecho de que «las distintas restructuras en la banca oficial y privada llevaron a pasar mucho personal a la Caja, mediante retiros incentivados, prejubilaciones o incentivos a funcionarios sin edad de jubilarse y que dejaron de aportar».
Por otro lado consideró que «durante el período de dictadura fueron distraídos fondos pertenecientes a la Caja para otras actividades y que no fueron devueltos, la liquidación del Fondo de Jubilación y la modificación de los productos financieros en los que solamente se podían realizar las inversiones con fines de reservas, un mal manejo de la actividad forestal, con mucho gasto que salía del fondo previsiones y pérdidas de todo tipo nunca aclaradas».
Explicó que también tuvo repercusión negativa la crisis financiera del año 2002, «que dejó a más de 1.200 funcionarios sin su puesto de trabajo, con bancos privados cerrados, cooperativas y la banca oficial con grandes problemas. Todos estos funcionarios dejaron de aportar, muchos ya no volvieron a la actividad y muchos también se jubilaron, recargando más los gastos de la Caja».
En cuanto a posibles salidas manejadas por AEBU, mencionó el dirigente sindical que se propone que los activos trabajen más años aportando lo mismo, aunque con una tasa menor en su jubilación. A la vez los jubilados, a los que por ley se les hace un descuento que determina que cobren un mes menos por año, seguirán vertiendo ese aporte.
Paralelamente, las empresas de modo gradual reducirían sus aportes patronales y comenzarían a aportar a la Caja por su patrimonio, su volumen de negocios, «para contrarrestar las dicotomías en los aportes, donde actualmente bancos con muy poco personal aportan poco, pero tienen mucho volumen de negocios».
Asimismo, AEBU promueve que el Estado amplíe la base de aportación, para que todas las empresas de intermediación financiera aporten con sus empleados a Caja Bancaria, para incorporar unos 9.000 nuevos afiliados, de los cuales el 80 por ciento son menores de 40 años», entre otros puntos.
García señaló que actualmente se están llevando adelante conversaciones entre los ministerios de Economía y Finanzas, Trabajo y Seguridad Social, AEBU y un delegado de las patronales privadas.