Deportes | 26 Jul Más gráfico, imposible: «parece que pasó un terremoto». La frase corresponde al ministro de Transporte y Obras Públicas, Jorge Rossi, y el contexto en el que la misma salió a relucir, la justifica plenamente. Es que la Tribuna Oeste del Estadio Artigas está cada vez peor; y no solo lo que está a la vista del hincha sino también la zona de vestuarios, palco oficial y cabinas de prensa.
«Ya estuve acá hace algún tiempo y ahora me llevo la impresión de que las cosas se han deteriorado más», reflexionó Rossi. La visita del ministro, acompañado por una delegación de la comuna que incluyó al intendente Julio Pintos, dejó en claro que no será fácil solucionar el tema y que los sanduceros deberemos acostumbrarnos por largo tiempo a que el máximo escenario futbolístico de nuestra ciudad tenga tres tribunas habilitadas, aunque con vestuarios y cabinas para los medios de comunicación en funciones.
El gran problema, sin lugar a dudas, es el costo que tendría dejar la totalidad de la tribuna en condiciones. Y para tener una idea de la magnitud de la obra, una de las tres empresas consultadas evaluó que casi un millón y medio de dólares serían necesarios solo para frenar el deterioro y dejar en condiciones los vestuarios y cabinas de prensa.
«Estoy viendo en la práctica lo que dicen los diagnósticos que tenemos, aunque es evidente que hay daños importantes que han sido confirmados por los estudios oficiales de la Facultad de Ingeniería. Igualmente pedimos en esta última etapa una ampliación a tres empresas de mucho prestigio, para que no solo nos hiciera una propuesta de trabajo sino también la cotización. En el informe hay coincidencia de diagnóstico, recomendación sobre el camino a seguir, y solo en un caso hay una cotización primaria pero solo para procurar asegurar el funcionamiento de los vestuarios, de las cabinas, y demoler determinadas áreas para ingresar a las zonas más afectadas y, a partir de ahí, estudiar con mayor profundidad las causas para atacar los problemas estructurales que se ven a simple vista», explicó el ministro durante su recorrida a las instalaciones del Estadio Artigas.
Por lo escuchado, la situación no es fácil. Es más, si se debiera aventurar qué sería lo ideal, está claro que la demolición y el nuevo levantamiento de la obra ocuparía el primer lugar.
Pero también está claro que esto no va a suceder. «Tenemos que ponernos de acuerdo para ver qué paso decidimos dar. Más allá de que da una enorme pena por la injusticia de lo que pasó con esta preciosa tribuna, nuestro objetivo no es comprometernos a trabajar en ella para hacerla a nuevo, sino ver si podemos acompañar a la Intendencia para procurar poner un freno, profundizar el estudio del deterioro y abordar las obras de emergencia», aseguró Rossi.
Ministerio e Intendencia procurarán «ver si podemos estar en condiciones de elegir una estrategia» para solucionar parte de los problemas, aunque esto «significa dinero que no tiene previsto el Ministerio y tampoco la Intendencia. Por eso tendremos que buscar cómo logramos financiar los trabajos para que algunas zonas puedan ser utilizadas».
Frenar el deterioro es el primer paso, y Rossi fue claro al señalarlo. «La tribuna para el público y los problemas estructurales va a demorar un tiempo porque la inversión ahí es más importante y ni siquiera la estamos considerando. Tendremos tres tribunas y los servicios centrales (de la Tribuna Oeste), y el resto lo dejaremos para que el tiempo y el ingenio nos ayude a alcanzar una solución», agregó el ministro.