Opinion | 27 Jul El ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, afirmó en Paysandú que el ferrocarril es «insustituible» para el país y anunció que próximamente el gobierno dará a conocer un programa importante en inversiones en vías que «desde la época de los ingleses y la construcción del ferrocarril hasta acá, es el empujón más importante en la materia».
La novedad crea expectativa en la medida que será un aporte muy valioso al «país productivo» y las posibilidades de interconectarlo a través de un sistema de transporte multimodal.
En Paysandú, departamento enclavado en una de las más importantes zonas forestales, con industrias y producciones agrarias de distinta índole, la recuperación de la navegabilidad del río Uruguay hasta el puerto local —también largamente reclamada y necesaria— marcará de alguna manera el principio de un tiempo diferente en lo que relativo a transporte. Si a eso se suma la posibilidad de usar las vías, la ecuación será muchísimo mejor.
No obstante, para ello habrá que realizar importantes inversiones, desde que buena parte de las vías del país están en estado deplorable, permiten una muy escasa velocidad de marcha —promedio de 20 kilómetros por hora— y pueden llegar a implicar un problema de seguridad.
Revertir esas situaciones no será cosa de un día para otro, pero el gobierno está dando pasos para involucrar al sector privado en el transporte ferroviario y hay varios interesados. Creemos que la convocatoria ha sido acertada en la medida que sería muy difícil que el Estado encarara por sí este tipo de inversiones en los plazos en que la producción del país y la región necesitan, especialmente teniendo en cuenta la dinámica de sectores como el forestal y maderero.
Tener nuevas y accesibles vías de comunicación será también un atractivo para la inversión, puesto que es uno de los factores que incide en la ecuación económica y optimiza la gestión de negocios.
En los últimos 20 años AFE ha transportado aproximadamente 1.300.000 toneladas y las estimaciones indican que deberá pasar a transportar 4 millones de toneladas por año. No es poca cosa, pero es la demanda próxima expresada en márgenes de rentabilidad.
Esto implica ni más ni menos que construir a nuevo y reparar y mantener más de 2.000 kilómetros de vías que aseguren la circulación a 40 kilómetros por hora como mínimo y a razón de 18 toneladas por eje. Está muy lejos de lograrse pero es necesario lo antes posible. Habrá que ver qué tiene pensado el gobierno para lograrlo.