Deportes | 28 Jul Santiago García no lo podía creer. Con 17 años le tocó salir a la cancha para cubrir a quien hasta el momento era el mejor de la cancha, Diego Vera, que dejó su puesto lesionado. Pero ese cambio obligado, que muchos lamentaron, terminó siendo clave.
El «Morro» obligó en un par de ocasiones a la última línea violeta y se dio el gusto de definir en buena forma ante la salida del arquero, para darle a Nacional el título de la Liguilla.
«Esto es impensado. Que con 17 años un jugador entre a la cancha como entré y hacer esto, no tiene lógica. No entiendo nada, pero vale por la gente y por este plantel», dijo pisando las nubes. El grupo tricolor se desahogó con la vuelta olímpica, que fue indispensable para dejar atrás las frustraciones de una temporada que pintó bien, pero que terminó siendo un calvario.
«Ganamos la Liguilla, ¿parece poco? Tendría que haber sido otro el resultado», fueron las primeras palabras del técnico Gerardo Pelusso, cuyo futuro se decidirá en los próximos días más allá de que el gerente deportivo de Nacional, Daniel Enríquez, haya dado el visto bueno para su continuidad.
Mathías Cardaccio, que jugó seguramente sus últimos minutos con la camiseta tricolor ya que hoy viajará a Italia, se acordó de Richard Morales, sin dudas el gran ausente. «Esto es para él. Si estamos acá también es por él y es a él al que tendrían que haberle entregado la Copa, pero debe estar festejando en su casa», indicó. Por su parte, Adrián Romero explicó que «se me fue el pie de apoyo cuando rematé el penal por segunda vez. Si se fijan, son panes nuevos de césped los que están en esa zona y no pude afirmarme».