Locales | 25 Jul El ministro de Industria, Energía y Minería, Daniel Martínez, está dispuesto a «subsidiar transitoriamente un sector para que logre competitividad», según dijo a EL TELEGRAFO, destacando la importancia del sector de la madera y particularmente la fabricación de muebles, «que es lo que estamos buscando como objetivos centrales del plan estratégico industrial».
«Estamos trabajando mucho en una forma transversal, en un gabinete productivo donde estamos el Ministerio de Trabajo, de Ganadería, Agricultura y Pesca, la Oficina de Planeamiento y Presupuesto y el Ministerio de Industria y Energía, trabajando conjuntamente para ver de qué forma potenciamos cadenas productivas», detalló el jerarca.
Para esto, ese gabinete parte de la base de que «hay que buscar cosas que no hacemos, pero también agregarle valor e incorporarle tecnología a lo que hacemos y somos competitivos». El ministro mencionó como ejemplos la carne, el arroz, los granos, oleaginosos, la industria naval, la automotriz y el software, señalando que serán 16 sectores productivos, «y tendremos ocho en los primeros seis meses, para sacar medidas concretas, y ocho en la segunda tanda, para ver de qué forma integramos la cadena, le damos valor, calidad, trazabilidad y certificación».
POLÍTICAS ESPECÍFICAS
En cada sector que se analice «habrá medidas específicas, que no tienen por qué ser las mismas en todos ellos. La idea es conocer profundamente la estructura de costos, la competitividad, que es lo que hacen otros países en cada cadena, y así ver qué política sectorial es más conveniente para cada uno y qué los potencia más».
Consultado sobre el caso de la madera, que está desarrollando una importante infraestructura en esta zona del país, dijo que su desarrollo está vinculado al cluster de la madera, «en el marco de los Pacpymes, como ya se hizo en Paysandú, que ayuda a las empresas que agregan la segunda y tercera transformación de la madera, el mueble, hacerlas competitivas, desarrollarse y que tengan ayudas en la gestión y formar las redes, los clusters, para complementarse. Como se ha hecho en Paysandú, que muchos aserraderos pequeños, en vez de salir a pelearse por los bosques, están saliendo a comprar juntos».
En el caso de empresas más grandes, que no necesariamente deban integrarse a clusters, señaló que «la idea es tener políticas por cada nivel, que logren promover conocimiento y masa crítica. También lo que estamos hablando con el Banco República de políticas financieras que permitan ir avanzando paso a paso, pero cada vez teniendo mayor incorporación tecnológica y mayor valor agregado, que en el caso de la madera sería ideal».
CRÉDITOS Y SUBSIDIOS
Daniel Martínez graficó la escala que da a esta producción: «a la madera, más o menos bien por el rolo, mejor por la celulosa, bárbaro por el papel y espectacular por el mueble, en ese nivel». Detalló que «el mueble tiene más tecnología, más diseño, más valor agregado, que es lo que estamos buscando como objetivos centrales del plan estratégico industrial».
Sobre si eso es una aspiración a mediano o largo plazo, dijo que «no, es mediano y algunos ya. El cluster apunta a eso». Sobre las empresas mayores, dijo que «a eso le llamamos extender la cadena, que es no exportar la madera o el enchapado, sino exportar transformado. Y eso implica tener políticas activas, dar facilidades».
Entre esas facilidades, reconoció que una de las posibilidades es «inclusive si hay que subsidiar transitoriamente un sector para que logre competitividad».
Aclaró que «la palabra subsidio, si no tiene la palabra transitorio al lado, está mal. Porque si no generamos lo que pasó durante muchos años en este país, con empresarios que iban a ganancia segura, no buscaban competitividad, excelencia ni incorporación tecnológica. Así nos atrasamos veinte años. Después vino veinte años de liberalismo que destruyó la industria, y así estamos hoy. Hay que hacer las cosas seriamente y buscar políticas activas, que estamos viendo cuales son para cada sector».