Locales | 06 Ago Las firmas de tecnología de la información (TI) se han mostrado muy activas en el uso del financiamiento ofrecido por distintos programas de impulso al sector y por entidades financieras. Así lo demuestran las cifras comprometidas por las empresas para apoyar su expansión, y el hecho de que en muchos casos la demanda de fondos ha superado la oferta, según aseguró la economista Laura Vera, encargada de Estudios, Proyectos y Negocios de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI).
Este dinamismo fue desatacado por el ingeniero Leonardo Loureiro, tesorero e integrante de la Comisión de Mercado de Capitales de CUTI, y reafirmado por el ingeniero Fernando Brum, integrante del directorio de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), durante un reciente desayuno de trabajo.
Desde sus comienzos en Uruguay, la industria de la tecnología de la información se autofinanció.
Con el tiempo, dado las especificidades de las empresas que actúan en este sector, su importante crecimiento y su lugar relevante en la estrategia del gobierno, se ha ido desarrollando una serie de fuentes alternativas de financiamiento
Así, el dinamismo mostrado por el software y servicios informáticos —que exportó U$S 188 millones en 2007, emplea a 10.000 personas y llega a más de 50 mercados— tiene su correlato en un notable uso de los instrumentos de financiamiento y apoyo disponibles. Por nombrar algunos ejemplos recientes, en el marco de un proyecto piloto del Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur (FOCEM), el Ministerio de Industria, Energía y Minería firmó convenios con ocho empresas del sector, a través de los cuales las firmas recibirán financiamiento por más de U$S370.000. Por su parte, el Programa de Apoyo a la Competitividad de Conglomerados y Cadenas Productivas (PACC, de Diprode), en un primer llamado aprobó cuatro proyectos asociativos aportando casi U$S 200.000 para que sean llevados adelante.