Locales | 06 Ago Nuestros políticos -todos- están fundiendo el país. Los que aportamos, empresarios o trabajadores cada vez somos más perjudicados y menos beneficiados. La justicia social de este gobierno es para el que no quiere laburar. Es injusto ¿no? Al ajustar a todos los trabajadores el impuesto (IRPF), se dieron cuenta de la «sensibilidad» de un gobierno fiscalizador, totalmente arbitrario. El que se sacrifica trabajando o el jubilado que aportó durante 40 años, por supuesto ganando un buen sueldo, hoy lo sacrifican, porque la jubilación para mí no es más que un ahorro y buen pasar durante el tiempo de pasivo. No hablemos de los que cobran jubilaciones de $2.000, ¡pobres viejos!
Estos gobiernos de izquierda no saben gobernar ni tienen la experiencia suficiente para pensar en todos, no en una franja sola. Vean a nuestros hermanos argentinos, durante cuatro meses pasaron muy mal, perdieron muchos millones de dólares por un capricho de su presidenta y su propio vicepresidente se tuvo que jugar la vida. Aquí, con una ministra como Arismendi, ¿qué país puede progresar? El plan social de este gobierno es para marginar gente. ¿Qué estudio puede hacer esa persona o dónde puede progresar trabajando si le pagan para que no lo haga? ¡Qué país generoso! Pregúntenle por lo de la billetera en un barrio que ella apoya, ¿qué pasó con los setecientos dólares?
Hoy se está hablando de la candidatura de Mujica a presidente. ¡Qué disparate! Mucha gente, aún los del Frente Amplio, y los que no lo votaron, opinan que no hizo nada como ministro, fue un desastre. Si no pregúntele a la gente del campo, el gasoil productivo ¿dónde está? Los insumos para trabajar están por las nubes. Para que el país salga adelante, todos estos políticos fracasados tienen que desaparecer, bastante mal nos han hecho. ¿Qué cambió este señor charlatán con su vocabulario tan vergonzoso? ¿Qué país y qué gente puede escucharlo? ¡Qué educación para la juventud! ¡Qué ejemplo! Es increíble que un personaje como ése sea candidato a presidente de la República, ¡en qué mediocridad entramos en la política!
No nos podemos olvidar de Astori ¡Qué bárbaro! Cuando era oposición decía que no había que pagar la deuda, que no quería nada con los yanquis, y ahora no sólo le paga, sino que los abraza y le pide más créditos. Creo que para todos los que trabajamos, tanto patrones como empleados, ha sido pésimo. Ha parado el desarrollo del país. ¿Quién va a invertir con todo el acoso fiscal que ha implementado este señor? Todo el mundo está disconforme y ha defraudado a la misma gente que lo votó. Solo vienen las empresas a las que le dan zona franca, no pagan ningún impuestos, le cierran los números y ganan millones de dólares, aunque después nos arrancan la cabeza a todos los uruguayos.
En veinte días a un vecino le robaron tres veces. ¿Sabe cómo está con la ministra Tourné? Enfurecido. Más después de sus declaraciones que la culpa la tenía la prensa sensacionalista que agranda las cosas. ¡Qué increíble! Quieren culpar a los demás de lo mal que han hecho las cosas en su gobierno. Eso es politiquería barata. ¿Cómo va a decir que es todo mentira cuando vivimos encerrados, nosotros entre rejas y los ladrones sueltos, y a muchos los soltaron ellos. No tuvieron mejor idea que sacarlos de la cárcel. ¡Qué falta de experiencia! Después hablan de la herencia maldita. ¿Cuándo vivimos una sensación de inseguridad tan cruel como ahora? Los otros políticos eran malos, pero estos son lamentables, hablan como resentidos, nunca van a decir «nos equivocamos», no todo está bien. El gobierno proclama que cada vez recauda más y la gente se está muriendo de hambre, ¡por favor! Si fueran un poco sensatos, deberían renunciar. Pero todavía piensan seguir gobernando.
No me quiero olvidar de los doce mil funcionarios públicos nuevos que hay. Pensar que iban a reducir el costo del Estado y sus beneficios. ¡Vergonzoso!
Cómo cambian los hechos a los hombres. Las tarifas públicas están por las nubes. ¡Qué gobierno tan mediocre! Si la canasta familiar está en treinta y cinco mil pesos, ¿quién gana eso? Sólo ellos, los políticos. Han mentido a toda la gente que le dimos el voto esperando el gran cambio, es una gran injusticia, hoy la gente está muy arrepentida. Le dieron a los tupamaros una jubilación de privilegio de un día para otro y no tienen un mínimo para los jubilados.
Cuando ganaron decían que la gente no iba a emigrar, sino que volvería a nuestro país. En cambio, hoy a los que se fueron les pedimos que no vengan, y a los jóvenes le explicamos que estamos en un país sin futuro. ¡Qué vergüenza! Siento mucho dolor por tener que decir esto.
No me quiero olvidar de nuestra Intendencia, ahí sigue, sin hacer nada, solo recaudando. Los ediles están en otro mundo, cambian de autoridades, ahora entró una dama y la acompaña otra. Así vamos con esta clase de políticos que pasan desapercibidos en todo el período de gobierno y sin hacer ningún mérito se van acomodando. Tienen la morosidad más grande de los últimos tiempos, la burocracia no cambió para nada. Hay más de 2.000 funcionarios y la pregunta del millón; ¿para qué? Al final es un club político. ¡Festejen, uruguayos! Espero que me comprendan y empiecen a creer en los Reyes Magos, que se vienen las elecciones y hay algunos que les gustó tanto y vieron que es tan fácil, que quieren quedarse. Espero que seamos inteligentes y pensemos dos veces, por el bien del país. Están todas las cartas sobre la mesa, ahora la responsabilidad es nuestra. Seamos inteligentes de una vez por todas. Sanducero preocupado