Locales | 07 Ago El ingeniero Alberto Ponce, conocido por su eficiencia profesional pero también por su parquedad, fue abordado por EL TELEGRAFO y respondió con amabilidad a las preguntas que le formulamos en referencia al informe que se publica en esta misma edición.
En reglas generales sus conclusiones se basan en la experiencia de medio siglo en la ingeniería civil, en cuyo ámbito se ha ganado el respeto de la sociedad y en especial de sus colegas por sus intervenciones de gran precisión en el terreno del cálculo de resistencia en estructuras de importantes obras. Le preguntamos en primer término si su evaluación se basa en los informes técnicos -tres de los cuatro realizados en el Estadio Artigas con los deterioros actuales- a lo que nos contestó: «Sí, exactamente. No podía hacer otra cosa que informarme a través de lo que leía».
En cuanto a si tuvo intervención en el informe de la Facultad de Ingeniería -que no está evaluado en su trabajo final- nos dijo: «Por supuesto que sí y también guiándome sobre informes parciales de otras personas (de ese ámbito universitario) que hicieron informes sobre el mismo tema. O sea que intervine a través de información que se me suministraba, yo no vi nada personalmente».
En otro orden le preguntamos: -¿Pero los cálculos de la obra del Estadio Artigas, en algún momento accedió a ellos? -«En absoluto. Simplemente viendo el tipo de obra que se me describió, tengo una idea de cuáles pueden ser las consecuencias de que las cosas se hagan medianamente bien, que no se conserven o conserven. Todas esas pequeñas cosas que aparecen en las obras a lo largo del tiempo, para las cuales existen diversos motivos».
-Obras como la del Estadio Artigas, de calidad pero bajo costo, ¿tienen que ser sometidas a mantenimiento constante?
-«Exactamente. Su mantenimiento es imprescindible. Si empiezan a aparecer síntomas de algunas fisuras o una mancha de óxido, entonces hay que iniciar el mantenimiento que evite el aumento de eso».
-Ud. habla de la prueba de carga, habiéndose llenado el Estadio Artigas varias veces, entonces: ¿si ya no se cayó, no se va a caer?.
-«No. Ahora si no se conserva puede llegar a un punto en que no se va a caer pero que va a demostrar lo que se ve en toda persona que tiene una afección y no se la trata. Puede empezar a agravarse, pero si se deja a tal límite -la verdad- es una falla de quien tiene la responsabilidad del mantenimiento».
Ante el deterioro de la tribuna Oeste en el Estadio Artigas -que le recordamos- añadió que «eso sucedió porque el relleno se asienta, no es de lo que estamos hablando».