Locales | 12 Ago Varias voladuras de techos, granizo del tamaño de un huevo de gallina en San Félix, Casa Blanca y Guichón, problemas en el tránsito por árboles y ramas caídas y cartelería dañada en la ciudad de Paysandú y alrededores, dejó la tormenta que se desató a partir de las 17 de la víspera a nuestra ciudad y a las 19 llegó a Guichón.
Las zonas más afectadas fueron el Sur de la ciudad, Casa Blanca y San Félix, así como algunas zonas de la Colonia 19 de Abril, ubicada a unos 25 kilómetros el Este de la ciudad de Paysandú. Al cierre de esta edición, en la ciudad de Paysandú había llovido solamente 25 milímetros.
La Dirección Nacional de Meteorología había alertado sobre la posibilidad de tormentas intensas, vientos, granizo y lluvias intensas y localizadas. Y esta vez el pronóstico se cumplió a rajatabla.
Sobre las 17 el cielo comenzó a oscurecer en Paysandú, y fuertes ráfagas de viento, truenos y relámpagos fueron el preludio de una tormenta que a pesar de los destrozos provocados en cuestión de minutos por donde fue pasando, felizmente no dejó lesiones personales.
Según un especialista consultado por EL TELEGRAFO, la tormenta ingresó por el Suroeste y fue provocada por el choque de una masa de aire frío y otra caliente. «Aparentemente hizo una curva por afuera de la ciudad», dijo, lo que fue confirmándose a medida que un equipo de nuestra Redacción realizaba una recorrida para registrar destrozos.
En este sentido, pudimos constatar que en la zona de la costa del río Uruguay y las inmediaciones del centro de la ciudad hubo cartelería dañada y cayeron algunas ramas de árboles. Sin embargo, las voladuras ocurrieron fundamentalmente en la zona Sur de la ciudad, aunque también se voló parcialmente un techo en avenida doctor Roldán y calle 30.
Asimismo, una familia de productores lecheros de Colonia 19 de Abril perdió el techo de su tambo y desde la tarde de ayer se encuentra sin posibilidades de ordeñar porque la zona está sin electricidad debido a la caída de cables de la red de suministro.
Otra zona que quedó a oscuras fue la de San Félix y Casa Blanca, donde se registró una de las más grandes granizadas de los últimos tiempos ya que las piedras alcanzaron el tamaño de huevos de gallina, permaneciendo en la ruta y los campos hasta tres horas después de su caída. También cayó granizo, aunque de menor tamaño, en Piedras Coloradas y Orgoroso.
En Guichón a partir de las 19 granizó unos 10 minutos y las piedras alcanzaron también el tamaño de huevos de gallina y causaron daños en jardines, techos y roturas de vidrios, según informó Nadir Rostom. Julio Claro, lector de EL TELEGRAFO, también nos hizo llegar información similar y fotos.
«DESAPARECIó EL TECHO»
Si bien se encontraba en su casa cuando ocurrió el fenómeno y carecía allí de aparatos de medición de fenómenos meteorológicos, el especialista consultado estimó en unos 100 kilómetros por hora las ráfagas de viento.
«Chocaron dos masas de aire, una caliente y un frente frío y la tormenta eléctrica tomó forma de U por los bordes de la ciudad. Previamente hubo nubes bajas que entraron por estratos antes de la lluvia. Es un fenómeno normal y un espectáculo maravilloso para mirar aunque el granizo o el viento que lo suele acompañar pueden tener consecuencias si no se toman las medidas adecuadas. Por eso es importante asegurar techos, bajar antenas sin mantenimiento o que ya no se usan y quitar de la vía pública árboles que por su estado pueden caer», dijo.
En cambio, el espectáculo que vio Alcides Paredes fue muy distinto. «Estábamos tomando mate con mi señora e hijo cuando se voló la mitad del techo», dijo al relatar su impotencia ante la situación, puesto que se encuentra operado de un brazo tras haberse quebrado.
Unos 20 metros cuadrados del techo de la humilde vivienda de este funcionario municipal, ubicada en Setembrino Pereda 365, fueron arrancados por el viento, que arrojó el techado sobre la casa de un vecino.
«Se nos inundó todo con la lluvia pero los vecinos llamaron a los Bomberos, que vinieron enseguida y nos ayudaron a afirmar el techo de nuevo. Sin embargo, algunas chapas están dobladas y habrá que reponerlas...También se volaron los pretiles», dijo el hombre, para luego señalar que solicitó ayuda en la Dirección de Servicios de la Intendencia y espera que hoy una asistente social lo visite para evaluar los daños y la posibilidad de ayuda.
Su esposa, en tanto, agradeció a los Bomberos por llegar rápidamente al lugar y a los vecinos, que a las 20 todavía sacaban agua del interior de la vivienda y ayudaban a retirar los muebles.
En San Félix, una familia con 8 hijos quedó sin techo. Pasaron la noche en la casa de un vecino y tras una visita de funcionarios de la Dirección de Promoción Social recibieron frazadas y cena. En esta jornada se los ayudará a techar su vivienda.
En la zona Norte de la ciudad otra familia solicitó el apoyo de Bomberos tras sufrir la voladura de parte del techo de su vivienda. En el barrio Municipales 3, ubicado en Independencia y San Martín, también volaron chapas de algunas viviendas.
«ESTAMOS SIN
PODER ORDEÑAR»
La familia Silva-Abalos, residente en la Colonia 19 de Abril, perdió el techo de su tambo. Además, el viento derribó algunas columnas de UTE y la zona quedó sin electricidad, razón por la cual no pudieron efectuar el ordeñe de la tarde de ayer y anoche preveían que tampoco podría ordeñar esta mañana.
«Estaba sola en casa cuando voló el techo del tambo; además en un campo vecino cayeron cuatro columnas del electricidad. Fue viento muy fuerte con agua y piedras del tamaño de un quinoto», comentó Rosario Abalos al ser consultada por EL TELEGRAFO a través de telefonía celular.
Según informó la Seccional Quinta, en la zona también cayeron árboles y hubo otra voladura de chapas en la zona de la Colonia 19 de Abril, así como también en Nuevo Paysandú.
Los conductores que circulaban por Ruta 90 también sufrieron la granizada sobre las 18.30. Un periodista de EL TELEGRAFO viajaba hacia Paysandú en automóvil cuando comenzó a caer granizo a la altura de Piedras Coloradas. El automovilista y su acompañante resolvieron guarecerse en un camino vecinal durante los diez minutos que duró el fenómeno.
Al detener el vehículo vieron que se acercaba un motociclista y se guarecía al costado del auto. Lo invitaron a entrar y lo primero que dijo el hombre fue: «¡Tengo las manos destrozadas y el casco me salvó la vida!».
COMO HUEVOS
En el camino a Casa Blanca y San Félix cayeron piedras de granizo del tamaño de huevos de gallina y tres horas después aún no habían terminado de disolverse sobre la ruta, constituyéndose en un peligro para el tránsito.
Un vecino de la zona dijo a EL TELEGRAFO por vía telefónica que «era como entrar en un freezer» por el frío intenso y porque todo era hielo.
«Hubo piedras del tamaño de un huevo de gallina. Dos vecinos que salían de trabajar en el frigorífico de Casa Blanca tuvieron que esperar que pasara y no pudieron venirse en la moto porque no marchaba. Tuvieron que hacer el trayecto a pie con la moto al costado», narró.
«Acá debe haber matado animales, hubo muchos árboles caídos y hubo daños en los cables de electricidad en la zona del Hipódromo. Buena parte de San Félix y alrededores está sin luz», dijo nuestro informante sobre las 20.
Al mismo tiempo un equipo de nuestra Redacción se trasladaba a la zona, donde pudo captar las imágenes que acompañan este artículo. Allí se encontraba el jefe de Policía, inspector mayor Roque Arámbula y algunos curiosos que juntaban granizos de gran tamaño.