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Paysandú, Miércoles 13 de Agosto de 2008

Cuidadoras de Hogares de Alternativa Familiar de INAU continúan reclamando regularización como funcionarias

Locales | 06 Ago Representantes del grupo de Hogares de Alternativa Familiar del Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay reclaman una regularización de su situación, siendo reconocidas como funcionarias. Si bien han mantenido diversas reuniones con autoridades del INAU y parlamentarios, no se ha concretado una solución a la situación.
«¿Hasta cuándo vamos a esperar promesas sin cumplir? Somos cuidadoras de Alternativa Familiar de INAU. Hace ya muchos años que venimos luchando para que dicha institución nos reconozca como trabajadoras. Sabemos que esto viene de 1942, cuando entonces a las personas que cuidaban niños se les llamaba ‘amas de cría’. Pero el tiempo pasó y todo va evolucionado y vienen los cambios», dijo a EL TELEGRAFO Blanca Medina, acompañada por Julia Etchegoyen, Lucía Romero y Angela Rodríguez.
En Paysandú, 22 mujeres —conocidas popularmente como «madres sustitutas»— tienen a su cargo entre 80 y 85 niños. La situación es generalizada en todo el país, donde 381 mujeres tienen a su cargo 1341 niños en esos hogares.
«Hoy nosotras sabemos que somos trabajadoras, por lo tanto aportamos al BPS, tenemos Fonasa y nos descuentan el IRPF. También nos pagan un aguinaldo. El Directorio (de INAU), en varias ocasiones que nos hemos reunido, aduce que las madres no piden sueldo, pero nosotras decimos que somos madres de nuestros hijos y de estos niños, las cuidadoras, más allá de los sentimientos que este trabajo ocasiona», indicó Medina, quien habló en nombre de sus compañeras, afiliadas al Sindicato Único del INAU (Suinau).
«Nosotras queremos que se nos reconozca como trabajadoras». Manifiestan también que es muy complejo regularizar esta situación, pero el tiempo pasa y no vemos una solución. El Directorio dice que es complejo en lo jurídico, en el sentido de que al reconocernos como trabajadoras nosotras podemos reclamar todos los años ya pasados, porque algunas cuidadoras tenemos más de 18 años de trabajo. Nosotros decimos que si nos reconocen, no vamos a reclamar esos años y sería como empezar a partir de esa regularización en adelante», añadió.
Al ser reconocidas como funcionarias, podrían tener los beneficios con que cuentan los trabajadores del INAU. «No tenemos beneficios, como por ejemplo, acceder al préstamo social del Banco República, como lo tienen los funcionarios de esta institución», indicó.
Las cuidadoras también han mantenido reuniones a nivel parlamentario, donde todos se comprometieron a solucionar la situación. «Pero ¿hasta cuándo vamos a esperar?», preguntó.
«Se dice también que los hogares de alternativa son una parte importante para la institución, pero no le dan la importancia que realmente esas trabajadoras necesitan. Nosotros no vamos a bajar los brazos, y vamos a seguir adelante en esta lucha, y vamos a ir hasta las últimas consecuencias», sostuvo Medina.
Aseguraron que su reclamo cuenta con el apoyo de la jefa departamental del INAU, Mónica Inella, y del equipo técnico.
PARTIDAS INSUFICIENTES
Las cuidadoras cobran 1.750 pesos para víveres más 2.130 de retribución por cada niño. Sin embargo, señalan que debido a que el dinero destinado a víveres no es suficiente, muchas veces deben gastar de su retribución, especialmente en el cuidado de los niños con discapacidades. «Nos prometieron aumentar las partidas de dinero que nos dan para estos niños, todo de palabra», señalaron.
Además, ya no cuentan con la asignación familiar, que siempre era bienvenida para la compra de ropa y calzado especialmente. «Desde el mes de enero, se nos dejó de pagar las asignaciones familiares de los niños para pasar a un peculio para cuando sean mayores», explicaron.
ESTRÉS Y JUBILACIÓN
Estas mujeres cuidan niños -en la mayoría de los casos cuatro o cinco cada una— todo el día, todo el año. No pueden tomarse licencia para descansar porque no hay quien cuide de los niños. Esto, obviamente, genera estrés y angustia, en especial si tienen a su cuidado niños con discapacidades.
Señalan que los niños que llegan a sus hogares requieren más atención y demostraciones de amor, debido a sus historias de maltrato y desnutrición. En otros departamentos del país hay mujeres que tienen a su cargo más de diez niños, convirtiendo sus casas en hogares infantiles atendidos solamente por una mujer.
Por otra parte, las cuidadoras pueden acceder a una jubilación pero con la pasividad mínima. Algunas consideran que ya no tienen edad para cuidar niños -y más si se trata de niños discapacitados pues requieren de cuidados especiales—, pero todavía no se pueden jubilar debido a que no tienen los años de trabajo exigidos por la ley. «No estoy capacitada ya para cuidar a esos niños, pero no puedo jubilarme antes», dijo Lucía Romero.
Además, tienen que esperar hasta los 70 años. Para obtener este trabajo, se debe ser casada y tener más de 35 años. «Vos empezás a los 35. Para llegar a los 35 años de trabajo, tenés que tener 70 años, y a los 70 años no podés estar cuidando niños», afirmó Angela Rodríguez, quien tiene cuatro niños pequeños a su cargo.
Reclaman además un mayor seguimiento de los menores que vuelven con sus padres biológicos, para que los niños no retornen a los hogares de alternativa nuevamente en malas condiciones, en algunos casos incluso peligrando sus vidas. «La única satisfacción es cambiar la vida de los niños, darles lo que no les han dado sus padres. No podemos abandonarlos nosotras también», señalaron las cuidadoras.


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