PARA TRÁNSITO, DESDE 2005

Locales | 09 Ago El gobierno de Julio Pintos estableció, desde el principio de su gestión, lo que llamó «Objetivos y metas de la Dirección de Tránsito», un documento de tres carillas donde se resume en titulares la política que prometió, y en algún caso promete aún, aplicar en este tan polémico tema.
El punto a) de los objetivos, establece «Impulsar y efectivizar aquellas medidas y acciones que a través de la legislación, de la educación, de la ingeniería vial y de la fiscalización, aumenten la seguridad para todos los actores del tránsito en el departamento de Paysandú». Es lo que se aplicaría ahora, según el intendente.
El identificado como d) dice que van a «Invertir en educación vial de los futuros usuarios y de los conductores en formación, para que en su comportamiento social en el tránsito den prioridad a conceptos de manejo defensivo y de respeto al derecho de los demás», mientras que el e) establece «difundir las ordenanzas y reglamentos que regulan el tránsito y el transporte para la mejor formación y conocimiento de los usuarios de la vía pública». Esto seguramente está en la agenda.
El ítem g) aún está incompleto. Dice que van a «Dotar al Cuerpo de Inspectores del número de integrantes, el equipamiento y la formación técnica necesarios para cumplir con profesionalidad las tareas de educación vial, prevención y contralor que son de su competencia». Los técnicos internacionales y nacionales establecen que debe haber al menos un inspector cada 1.000 vehículos. Paysandú tiene 28 inspectores de tránsito, para un parque automotor de unos 40.000, por lo que faltarían aún 12 funcionarios para estar en el mínimo recomendado.
El punto hasta ahora polémico por lo parcialmente adoptado, el h) establece que la Intendencia va a «Realizar una fiscalización efectiva del cumplimiento de las reglamentaciones vigentes, que en forma ecuánime y no permisiva, opere como factor de disuasión para que los infractores no reiteren la trasgresión de las normas». Aparentemente ahora se pondrá en práctica totalmente.
Otro que falta ejecutar completamente es el j): «Efectuar la inspección técnica del parque vehicular en forma periódica, contratando el personal y equipamiento necesarios para ese fin».
METAS, ALGUNAS
LEJANAS AúN
También el gobierno departamental se fijó metas, también presentadas con letras, que van de la a hasta la p.
La primera aún no se pudo cumplir, pero aparentemente estas medidas a aplicar a la brevedad persiguen ese fin: «a) Reducir en forma sostenible el número de accidentes de tránsito que se producen en el departamento de Paysandú».
El punto e) de las metas se cumple parcialmente en centros educativos: «Mejorar sustancialmente el conocimiento por parte de la población de las normativas que rigen los diferentes aspectos del tránsito».
La meta identificada con g) es la misma de los objetivos: el número de inspectores. «Conformar un cuerpo de inspectores suficiente en número y calidad para cubrir las necesidades que impone el tránsito en la ciudad capital y en las principales localidades del departamento».
Otra meta aún sin alcanzar, vinculada con la primera, es la h) «Reducir sensiblemente las infracciones que en forma conciente y premeditada se constatan permanentemente en el tránsito». Contra flecha, sin luces y a alta velocidad son algunas de esas «infracciones concientes».
Responsable de algunos de los múltiples siniestros de tránsito, el punto j) dice de «Aumentar sustancialmente la frecuencia y el rigor del chequeo técnico del parque automotor, mejorando en consecuencia las condiciones de seguridad de los vehículos que circulan», y con esto probablemente se alcanzará también la meta k) «Reducir en forma sensible las lesiones y sus consecuencias negativas, provocadas principalmente por el no uso del casco por los motociclistas». El casco, por ley, ya está. Las lesiones y sus consecuencias persisten.