REALIZACIÓN DEL USO INDUSTRIAL

Locales | 17 Ago Tras la aprobación por el Poder Ejecutivo de un decreto que apunta a controlar el mercado de importación de azúcar, con el fin de prevenir distorsiones por el producto al que se le da otros destinos, empresarios de la industria local Azucarlito se mostraron de acuerdo con los alcances de la medida. A través de un decreto gubernamental dado a conocer recientemente y firmado el 21 de julio, se establece que los importadores deberán registrarse ante la Dirección Nacional de Industria, en tanto paralelamente la norma fija determinadas previsiones para la forma de envasado y depósito de la mercadería, a fin de no perder de vista el azúcar que se ingresa con fines industriales.
Los empresarios locales indicaron a EL TELEGRAFO que desde hace tiempo se ha denunciado que están vendiendo al consumo azúcar adquirida en el exterior, bajo régimen arancelario especial para su uso en la industria del dulce y similares, por lo que se compite deslealmente con las industrias establecidas Azucarlito y Alur.
Apuntaron que el decreto es un paso positivo para establecer orden en el mercado y combatir la competencia desleal de importadores inescrupulosos, por los desvíos del azúcar al consumo al amparo de infracciones fiscales.
Los importadores que ingresen azúcar al Uruguay para el consumo deben pagar una tasa global arancelaria del 35 por ciento, que es el margen de protección para el refinado dentro de fronteras, en tanto para importar azúcar con tasa cero con destino industrial se debe contar con un certificado de necesidad. Este certifcado es extendido por la industria al importador al que le va a comprar el producto.
Pero hubo coincidencia en los refinadores en cuanto a que esta condición ha sido desvirtuada en los hechos por la falta de controles sobre los importadores y la forma en que efectuaban su stock habilitaba que se vendiera al consumo interno azúcar ingresada con preferencias arancelarias por su presunto uso industrial.
Las denuncias de los industriales del refinado se centraron en la venta de azúcar importado con otros fines por la distribuidora Inancor, que lo envasaba para el consumo y competía con Alur y Azucarlito.
Decreto apunta
a transparencia
Ante estos antecedentes el decreto del 21 de julio establece, entre otros aspectos, que el azúcar importado con destino a industria debe estar contenido en envases no menores a los 50 kilogramos y depositarse en forma tal que esté claramente diferenciado de cualquier producto, incluido el azúcar que tenga otro destino.
Paralelamente queda prohibida la toma de stock de azúcar importado con destino industrial «para cualquier destino diferente al consignado en el certificado de necesidad y luego reponerse con otra partida de igual o diferente calidad».