Paysandú, Miércoles 20 de Agosto de 2008
Nacionales | 15 Ago Las mujeres perciben remuneraciones un 30% por debajo de los hombres ante una misma tarea. En los cargos gerenciales, y a nivel de trabajos informales, la brecha es mucho mayor. En 2005, la tasa de desempleo en los hombres se ubicó en un 9,5%, mientras que en las mujeres fue de un 15,3%. Estos datos surgen de la publicación «Uruguay: Ampliando las Oportunidades Laborales para las Mujeres».
La directora del Instituto Nacional de las Mujeres, Carmen Beramendi, a cargo de la publicación presentada en el Ministerio de Desarrollo Social, afirmó que la brecha en las remuneraciones aumenta mucho más en cargos gerenciales y también en el trabajo informal. El ministro de Trabajo, Eduardo Bonomi, dijo que en la negociación del Consejo de Salarios se busca regular esta situación y que ha mejorado, pero reconoció que los cargos gerenciales de confianza no se regulan en este sentido y es muy difícil incluirlos en una negociación. La informalidad es otro de los puntos que se analiza en esta publicación. Las tasas de informalidad muestran que en 2005, el último año que se representa en el informe, las tasas de los hombres se ubicaban en un 36,6 y las mujeres en un 38,8. La mayoría de las mujeres que trabajan se ubican en el sector de los servicios y particularmente en el servicio doméstico.
«El informe lo que maneja es que la mujer que tiene responsabilidades domésticas encuentra en la informalidad una complementación de horarios más amplia que la rigidez que tiene el trabajo formal. Entonces, en el trabajo informal se inserta un número importante de mujeres», expresó Bonomi.
La composición del empleo informal por sexo es considerablemente diferenciada: mientras que entre los hombres tienen un peso relativo similar los asalariados privados y los trabajadores por cuenta propia con y sin local, entre las mujeres, la principal categoría corresponde a las trabajadoras domésticas, que representan el 36% del trabajo femenino informal, seguida por los asalariados privados.
En la publicación se compara desde 1991 la tasa de desempleo de los hombres y las mujeres. En 2002, por ejemplo, año de la crisis económica del país, el desempleo en los hombres era de un 13,5 y el de las mujeres de un 21. En 2005 la tasa de desempleo de los hombres se ubicaba en un 9,5 y la de las mujeres en un 15,3.
Las jefas de hogar presentan una tasa de desempleo que triplica a la de los jefes. Para Beramendi se deben igualar las condiciones y responsabilidades de hombres y mujeres para que haya las mismas oportunidades. Pero en este trabajo también se dan cifras respecto al porcentaje de trabajadores que perciben una remuneración inferior al salario mínimo nacional. El 10% de los hombres percibe una suma con estas características, contra un 14% de las mujeres.
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