Opinion | 21 Ago Lentamente parecen surgir señales de sensatez en el tema del bloqueo fronterizo por integrantes de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú. A las actuaciones realizadas por la Justicia Federal de Entre Ríos, que impidió la instalación de un piquete en el acceso al puente de Salto Grande y posteriormente obligó a levantar el corte de ruta en Colón, se suma ahora el fallo de una jueza que dictaminó a favor del reclamo realizado por un ciudadano argentino a quien se le impidió cruzar en la Ruta 136, que conduce al puente internacional «General San Martín».
La jueza federal porteña María José Sarmiento declaró la «ilegalidad» del corte de la Ruta Internacional 136 que sostiene la Asamblea Ciudadana Ambiental desde hace más de dos años. La sentencia judicial exige al Ministerio de Justicia que preste asistencia con la fuerza pública a través de Gendarmería, para que el ciudadano que interpuso la demanda pueda transitar libremente por el puente que une las ciudades de Gualeguaychú y Fray Bentos. Esto significa que no se levanta el piquete sino que se asegura que a la persona que exigió el amparo de la justicia podrá cruzar.
La situación parece irrisoria porque levantar el piquete por este tipo de recursos demandaría que cada uno de los afectados interponga una causa judicial cuya resolución no es nunca automática. Para liberar el paso lo que se necesita es la reacción del gobierno argentino a efectos de garantizar el derecho de libre circulación en el tendido binacional o, en su defecto, una resolución de la Justicia similar a la aplicada para el caso de Colón, que obligó a terminar con el piquete y dispuso que Gendarmería desalojara a los activistas que cortaban la ruta. Esto último es lo que está pidiendo un grupo de comerciantes y vecinos de Gualeguaychú perjudicados por el piquete aún existente. De todas formas, el reciente fallo de la jueza federal porteña sienta un precedente. Y en él deberían ampararse, por ejemplo, las empresas de transporte internacional perjudicadas por el bloqueo. ¿Qué pasaría si a todos los camiones que el piquete tanto ha complicado la Justicia le otorgara un amparo similar al otorgado por la jueza porteña? Quizá valga la pena pensarlo.