Opinion | 24 Ago Treinta años después de su primera vez, la «Noche de la Nostalgia» no sólo continúa con su brillo original sino que ha ido ganando tanto adeptos como imitadores. Se calcula que al menos medio millón de uruguayos saldrán esta noche en todas las ciudades del país a bailes y fiestas donde se pasará música de otros tiempos.
La celebración fue creada por Pablo Lecueder (director de Océano FM) con el fin de recordar y bailar «old hits» en vísperas del feriado por la Declaratoria de la Independencia, pero su éxito hizo que se sumaran otros empresarios del circuito bailable y tres décadas después la noche de los recuerdos da origen a todo tipo de propuestas musicales, pues cada generación está dispuesta a vivir su propia nostalgia.
El hecho es que la del 24 de agosto es una noche que se ha vuelto fiesta nacional -la ley 17.825 le dio el título oficial de «Noche de la Nostalgia»— y punto alto de la actividad comercial, puesto que es amplísimo el menú de bailes y cenas bailables.
Esto genera en las respectivas ciudades un movimiento inusual de personas de las más diversas edades y un aumento exponencial de las posibilidades de tener un accidente de tránsito.
Por eso, en Paysandú como en muchas otras localidades del país se reforzarán los controles por el cuerpo inspectivo de Tránsito y el Ministerio del Interior, en el marco de un operativo conjunto para fiscalizar el consumo de alcohol entre los conductores.
Como novedad, habrá promotoras entregando volantes que exhortan a usar el casco y a no ingerir alcohol y se exhibirán videos y spot publicitarios en una pantalla gigante en Plaza Artigas, para recordarnos la importancia de la prevención.
La cantidad de alcohol no afecta de la misma forma a todas las personas. Así, habrá individuos que toleren más y otros a los que una cantidad ínfima les afecte gravemente. Sin embargo, la creencia de algunos conductores de que por su capacidad de aguante puedan conducir bajo los efectos del alcohol es totalmente errónea, ya que por cada pequeño incremento del nivel en el organismo hay paralelamente una disminución de los reflejos, y en consecuencia un mayor riesgo de sufrir un accidente, sean cuales sean las condiciones del individuo. El alcohol es siempre un peligroso compañero. Más aún en una noche donde el objetivo es divertirse. A recordarlo.