OPINIONES

Locales | 24 Ago 90 DIAS PARA HACER
DOS CUADRAS:
MUESTRA IRREFUTABLE DE
SUPREMA INEFICIENCIA
Dr. Luis Alberto de Herrera entre avenida Salto y Lucas Píriz. Dos cuadras «muertas» durante tres meses. El 13 de mayo levantaron el bitumen existente «arando» la calle hasta remover toda la base de tosca que lo soportaba desde hacía decenas de años. Y el 13 de agosto pusieron carpeta asfáltica sobre una nueva base de tosca.
Durante 90 días, cuando un automovilista venía por Dr. Roldán desde el norte de la ciudad o bien desde el extranjero pasando por el puente Gral. Artigas, al llegar a avenida Salto, de las dos calles para acceder a la ciudad desde ese destino, Montevideo o Dr. De Herrera, una estuvo cerrada 90 días para que la «administración Pintos» (la de la «mesetita») pudiera asfaltar 2 cuadras. Entendiendo por eficiencia la mejor forma para conseguir un objetivo, se deduce que éstos son ineficientes, porque usaron la peor forma, dado que el objetivo de asfaltar 190 metros de calzada, se consiguió en 90 días. Lo que da un avance diario promedio de obra de dos metros once centímetros (2,11) por día.
Realmente lapidario. Los vecinos clamaron y reclamaron pidiendo y rogando casi, por la terminación de la obra que los hiciera volver a vivir —por lo menos— como vivían hacía más de 40 años. Sus aspiraciones recibieron un desprecio sordo bajando voluptuoso desde los efímeros tronos de un poder, que no es para la propia satisfacción, sino para servir a todos los vecinos. Los mismos que a no dudarlo, en silencio, al debido momento de ejercer su voto, han de castigar sin duda ese derroche de soberbia propia de la mediocridad ensalzada.
En esos 90 días de suplicio los vecinos además de la desprolijidad y falta de dirección de obra adecuada debieron soportar: a) la rotura de las conecciones de agua, b) el hundimiento del tendido de cloaca, c) el levantamiento de la calle en mayo, cuando en julio la Dirección de Obras decía que hasta setiembre no se iban a hacer «bitúmenes» (¿para qué la levantó?), d) la invasión permanente del polvo de tosca hacia las casas de la zona durante tres meses, e) los inconvenientes en la recolección de la basura que se terminó haciendo intermitentemente en las tardes con una camioneta municipal porque los camiones no podían entrar, f) la agresión al alumbrado público, una de cuyas columnas fue embestida a fines de junio por la maquinaria de obra, quedando a punto de caer, g) que les rajaran las casas por el uso inadecuado de una aplanadora de cilindro metálico liso vibratorio, mal aplicada para calles urbanas céntricas, lo que hizo que vecinos se pararan delante de la misma, arriesgando su integridad física para detenerla, en defensa de sus casas.
El ritmo de obra fue inconcebible. La abrieron el 13 de mayo, el 21 no trabajaron. El período de mayor continuidad fue luego hasta el 29 de junio con jornadas de labor intermitentes. El 30 de junio no trabajaron. El 21 de julio llovió, el 22 estaba húmedo y no se trabajó, el 23 de julio volvió a llover, el 25 de julio empezaron a llevar tosca a Dr. De Herrera entre Tacuarembó y Lucas Píriz, el 28, 29 y 30 de julio no trabajaron. Y casi nada más... hasta que el 13 de agosto, ¡la montaña parió un ratón! A la tarde apareció el equipo de asfaltado y empezó el tramo entre avenida Salto y Tacuarembó. Dejando el resto para empezar el lunes 18.
Semejantes despropósitos hacen juego con la construcción del cordón cuneta de calle Benito Chain, entre Zorrilla y 19 de Abril, donde le erraron a los niveles y quedó enterrado más de un metro bajo la rasante de la calle, debiendo taparlo y hacer otro nuevo encima de ese. Y con el desastre de los trabajos en Dr. Roldán, entre otros casos.
La Dirección de Obras les había dicho a los vecinos de calle Dr. De Herrera, ante sus reclamos, que no se iban a hacer bitúmenes hasta el mes de setiembre, a lo que los vecinos le preguntaban para qué los había roto y levantado en mayo. Alguien puede pensar que entró en razón y los hizo en agosto. Pero creemos que la razón para hacerlos antes de lo que dijo es muy otra. El viernes 8 del corriente se votó en la Junta un llamado a sala al intendente y al director de Obras para dar cuenta de sus trabajos. Y de allí proviene el repentino apuro: lo que no hicieron en años tratan de hacerlo en días para tratar de salir bien parados en el lance. Aunque después quede mal. Como los tramos de caminos que no les recibe el Ministerio de Transporte y Obras Públicas y se los manda a hacer de nuevo.
El director de Obras y el director de Vialidad deambulan en la improvisación. Habían sido fustigados cuando cortaron el tránsito de República Argentina con la reparación de sus hormigones. Parece que como los criticaron, aplicaron la misma receta pero en avenida España, causando más embotellamiento y castigando gravemente al comercio de esa zona y a los que circulan por ella. ¿No saben que existe una fábrica de acelerantes para el fraguado de hormigón y los de hace 50 años ya tenían junta de dilatación al medio y se podían hacer de a media calzada?
Verdaderamente, en lugar de un gobierno progresista, padecemos un gobierno vengativo, inyectado en odios y revanchas internas y externas, sumadas a ambiciones desbordantes. Cargando promesas incumplidas, arriando banderas para gozar del poder; corrompiéndose mediante el usufructo de privilegios y cobro de sueldos por el ejercicio de cargos para los cuales no están capacitados. Esto es muy lamentable. Y lo peor es que sobre esta administración (de algún modo hay que llamarla) hay mucho más para decir en diversos órdenes.
Edil Ing. Ramón Appratto Lorenzo