«No hicimos asistencialismo», dijo

Locales | 28 Ago Como «un momento de mucha alegría» definió la ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi, la firma de cinco convenios que se realizó ayer.
«Acá se conjugan muchas solidaridades, por un lado el interés y las capacidades de las personas que presentan su proyecto productivo como una forma de vida, y de desarrollar el lugar donde viven». Puso como ejemplo el caso de la iniciativa de panificación, donde «el estudio técnico demuestra que hay necesidad en ese lugar de una panadería».
Por otro lado «está el apoyo que se hace desde el Mides con un fondo binacional, con un dinero depositado en diciembre de 2005 por el gobierno y pueblo de Venezuela que es precisamente para esto». Quienes reciben el apoyo oficial para su emprendimiento, «se comprometen a devolver el capital, sea en dinero, en productos o en apoyo a la comunidad. Y son totalmente puntuales en la devolución».
LOS GARANTES SOCIALES
Mención aparte tuvo para «los garantes sociales, que es muy típico de la sociedad uruguaya. Puede ser cualquier organización social, como un club de fútbol, la comisión de fomento del barrio, una ONG, que dice que esa es buena gente, trabajadora, y que tiene entusiasmo, que se lo merece. Empeña su palabra y no es garantía por el dinero, pero da fe que a esas personas vale la pena ayudarlas».
También hizo mención al Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur, Focem, que se nutre con capital de los cuatro países miembros. «Es en base a proyectos. El Mides presentó tres que fueron aprobados con emprendimientos productivos, intervención en asentamientos y el programa Uruguay Clasifica». Respecto a este último, que es el que se está aplicando en Paysandú en conjunto con la Intendencia, dijo que «la basura da mucha plata. El tema es que aquellos que clasifican son los que con menos plata se quedan. Entonces hay que mejorar la calidad del trabajo, formalizarlos, circuitos limpios que también favorezcan a los vecinos».
«ASISTENCIALISMO
NO HICIMOS»
Queda mucho por hacer, hay mucha gente todavía que tiene necesidad de un lugar de trabajo, que tiene iniciativa o un oficio, y ha intentado salir adelante pero le falta materia prima o maquinaria, por lo que esas son algunas de las tareas que tiene el gobierno nacional en conjunto con los 19 gobiernos departamentales», afirmó la ministra.
Consultada sobre su evaluación una vez culminada la etapa de asistencialismo -aunque dijo que esa no era la palabra, «asistencialismo no hicimos», afirmó- y esta donde se respaldan proyectos productivos o laborales, indicó que «una era un plan de emergencia, porque había una gran deuda social, y como dijimos, se terminó en diciembre. Lo otro son políticas permanentes, como el nuevo régimen de asignaciones familiares». Sobre si esta nueva política de apoyos implica que la gente sepa qué hacer con ese respaldo, Arismendi señaló que «la gente sabe muy bien qué hacer. Y hay ejemplos que podemos documentar. Por ejemplo, con la tarjeta de alimentación. Cómo le da vida al almacén de cercanía que tiene post. Y la gente que tiene tarjeta compra mejor que nosotros. Porque mirando las estadísticas, lo primero que compran son productos perecederos, leche, pan, fruta, verdura, lo que no viene en una canasta. Nosotros, las capas medias y medias altas, primero tenemos una marca de cerveza, luego una de cigarrillos, otra cerveza, otra de cigarrillos y recién quinto aparece la leche. Así que creo que podemos demostrar que sabe lo que hace».
También mencionó el caso del programa Uruguay Trabaja, para el cual «tenemos tres mil cupos. Se anotaron 35.000. Si tuviera otros 32.000 cupos, estaban todos trabajando. Por eso hacemos un llamado a las empresas privadas, que en el Objetivo Empleo, que se hace por el Ministerio de Trabajo, tienen subvenciones en los salarios. Pero faltan puestos de trabajo. Y nosotros tenemos gente capacitada, acompañada y con muchas ganas de pelearla».