Locales | 01 Sep Desde hace años, pero cada vez con mayor énfasis, se percibe la tendencia de la gran mayoría de los actores mundiales a comprar madera proveniente de bosques destinados a industrialización, con la correspondiente certificación, debido a las políticas cada vez más exigentes respecto a la preservación del medio ambiente y por ende de los bosques naturales, desde donde provienen las maderas nobles, señalaron a EL TELEGRAFO los integrantes del grupo de aserraderos sanduceros que participó en la reciente feria internacional de Atlanta.
Explicaron que «resultó clara la tendencia de la mayoría de los actores mundiales del sector a la necesidad de trabajar con certificación FSC (normativa que garantiza el uso de maderas provenientes de bosques sustentables), lo cual llegado el momento puede convertirse en una traba a las actividades de exportación».
Agregaron que «nuestra red ya viene tomando en cuenta este tema desde su creación», encontrándose algunos de sus integrantes ya trabajando en el proceso de certificación necesario. En el caso de Uruguay, el hecho de trabajarse con bosques implantados sobre todo a partir de la ley de desarrollo forestal, que involucra fundamentalmente especies de pinos y eucaliptos, ofrece una ventaja comparativa sustancial, por cuanto se está en condiciones de certificar el origen de recurso renovable que requieren los mercados mundiales, señalaron los empresarios locales.
A la vez, indicaron que si bien todavía se está én un mercado incipiente, ya se están conociendo en Estados Unidos las variedades de eucaliptos y pinos uruguayos que pueden ofrecer mejores condiciones de durabilidad y adecuación a las exigencias del mercado estadounidense, donde ya hay dificultades para abastecerse con maderas nobles provenientes de bosques que no tienen la certificación de recurso renovable.
En este caso se están reconociendo principalmente las virtudes del eucalipto grandis, que además de su durabilidad y fortaleza, agrega bondades en cuanto a presentación y acabados.