Locales | 31 Ago (Por Enrique Julio Sánchez, desde Estados Unidos). Horas después que Barack Obama pronunciara su histórico discurso en la Convención Demócrata realizada en Denver, Colorado, aceptando oficialmente la candidatura a la Presidencia de Estados Unidos, su rival John McCain anunció el nombre de quien sería su vicepresidente, y causó sorpresa, aplausos y rechazos.
La elección recayó en Sarah Palin, gobernadora, electa por primera vez, del estado de Alaska, quien se opone ferozmente al aborto, apoya fervorosamente la posesión de armas por la población civil y no sostiene los derechos de los homosexuales. Tampoco tiene vínculos con George Bush, ciertamente un presidente impopular.
La elección de McCain tomó por sorpresa a la mayoría y puede ser una apuesta fuerte a contrarrestar el avance de Obama en las encuestas y en el cariño popular. Haber elegido a Palin puede desilusionar a los conservadores republicanos —un partido conservador— que hubieran preferido a un hombre, especialmente uno con más experiencia. Pero además pone en el tapete algunas preguntas. McCain ha señalado una y otra vez la falta de experiencia de Obama para ocupar la Casa Blanca, pero elige a una mujer de 44 anos, que ha sido gobernadora por menos de dos años y que no tiene ninguna experiencia en política exterior, punto clave para cualquier vicepresidente. Eso si, la experiencia de Palin es en el Ejecutivo; la de Obama no.
El hecho de ser mujer seguramente fue algo muy importante, pues también fue elegida con la obvia intención de atraer el voto de aquellas mujeres que deseaban votar por Hillary Clinton. Pero en primer término, no es lo mismo presidente que vice. Y en segundo lugar, quienes pueden votar por sexo son esencialmente feministas, que a su vez, en su mayoría, defienden el derecho al aborto. Así que, no está tan claro que haya sido una buena decisión, basada —claro está— en el tablero político yanki.
Probablemente a Palin le falta la experiencia, y no por cuestiones de juventud, sino porque no ha desarrollado su carrera política. El votante hoy, especialmente la mujer (trabajadora), quiere decisiones claras en cuanto a la guerra de Irak, considerada innecesaria no solamente por la pérdida de vidas humanas sino por el fuerte impacto en la economía; y quiere decisiones claras en cuanto al seguro de salud, hoy demasiado desigual.
Palin sí es conocida como mosquetera en lucha contra la corrupción dentro de su partido, y por ende puede ser un arma letal contra los lobbies de Washington, pero en realidad ese tema no parece estar al tope de la agenda de prioridades de los votantes.
Por otra parte, en la mente de los estadounidenses no se olvida que nueve vicepresidentes se convirtieron en presidentes porque el titular falleció o renunció inesperadamente (John Tyler, Millard Fillmore, Andrew Johnson, Chester Arthur, Theodore Roosevelt, Calvin Coolidge, Harry Truman, Lyndon Johnson y Gerald Ford), por lo tanto, no es una figura decorativa ni quien solamente se encarga de la política exterior, sino un agente político clave. En medio de la fanfarria demócrata y del impacto de la decisión republicana, no ocupó las primeras planas de los principales diarios una noticia que golpea duramente a toda la comunidad latina. El pasado lunes fue llevada a cabo la mayor redada en la historia de Estados Unidos contra trabajadores indocumentados. El hecho ocurrió en Laurel, Mississippi, contra Howard Industries, fabricante de transmisores que emplea a más de 4.000 trabajadores. Casi 600 hispanos fueron detenidos, esposados y enviados a centros de detención.
La mayoría son mexicanos, aunque también hay inmigrantes de Brasil, El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá, Perú y Alemania.
Una vez más, la urgencia de los millones de inmigrantes indocumentados, que con su diario trabajo contribuyen y mucho a la economía estadounidense, quedan relegados. Ahora por la lucha electoral. Mañana, Satanás proveerá.