Opinion | 01 Sep UTE recibió días atrás la primera partida de lámparas de bajo consumo y comenzó su distribución gradual a todo el país. Según informó el Servicio de Prensa y Difusión de Presidencia, esta partida consta de 460.000 lámparas Opple y 660.000 lámparas Philips.
En el marco del plan «A todas luces», UTE distribuirá gratuitamente 2.300.000 de estas luminarias a todos sus clientes residenciales.
El anuncio de la compra de estas lámparas de bajo consumo fue formulado por las autoridades de UTE el 30 de enero. La compra y distribución gratuita de estas lámparas de bajo consumo tenían como objetivo principal generar ahorro de energía eléctrica en los hogares. Sin embargo, ya es un poco tarde para ello, pues tal ahorro ya no es imprescindible o urgente, como lo era en los meses pasados, pues esta semana se levantaría el Plan de Ahorro para el sector privado y posteriormente se hará lo mismo para el público. Además, la empresa pública dejó de comprar energía a Argentina y Brasil debido a una mejoría en los embalses de las represas y a una baja en el consumo eléctrico.
Por supuesto, ahorrar nunca está de más, pues como muy bien dijo el ministro de Industria, Energía y Minería, Daniel Martínez, más allá de que se levante el plan de ahorro, hay que hacer uso racional de la energía con lámparas de bajo consumo, no malgastando el recurso al dejar cosas prendidas, entre otras. No obstante, las autoridades deben reconocer que si la compra de las lámparas y su posterior distribución —fueron necesarios seis meses para la adquisición y todavía no se comenzó la entrega— se hubiera hecho en forma más rápida, mayor hubiese sido el ahorro.
Cabe recordar que según la estimación de los técnicos de UTE, gracias a los dos millones de lámparas de bajo consumo que se distribuirán, se alcanzará un ahorro promedio del 5%, lo cual es importante, especialmente durante la época de crisis, que ya pasó. Viéndole el lado positivo, el próximo invierno ya tendremos las lámparas en nuestros hogares y podremos contribuir con el ahorro de energía. Claro, si es que todavía siguen funcionando.