Paysandú, Jueves 04 de Septiembre de 2008
Locales | 31 Ago La edila Nilda Belvisi, lista 1 del Partido Colorado, tuvo una activa participación en la comisión investigadora de los gastos de representación y fue la autora del único informe que recibió el plenario de la Junta. Y opina que esos gastos no deberían ser reinstalados.
Dijo a EL TELEGRAFO que «ya aprobado el informe que habíamos elaborado hace bastante, inclusive habíamos manifestado en sala que el Partido Colorado lo tenía casi pronto desde hacía prácticamente tres o cuatro semanas, hubo algunos momentos en que hubo un borrador de informe del FA, pero no así del Partido Nacional. Pese a ello tuvimos algunas coincidencias, sobre todo en aspectos formales que hacen al reglamento, que no fue transgredido violentamente por los ediles. Pero era evidente que el estudio profundo y pormenorizado de todos quienes hicieron uso de los gastos de representación, nos llevó a conocer algunas situaciones».
Ante una pregunta concreta respondió que «el informe presentado fue redactado exclusivamente por el Partido Colorado, hecho a conciencia. Nos sentimos satisfechos de haber trabajado y estudiado tanto, porque en definitiva el PN refrendó, firmó junto a nosotros este informe y en sala una parte importante del FA lo votó también».
Aspectos importantes
Belvisi adjudicó importancia «a la información ampliatoria que hicimos, en que mencionamos a qué partido representan los ediles que mencionamos por algunos excesos. Ese era uno de los puntos por los cuales inicialmente hubo discrepancias fuertes contra lo que planteamos. Quedó claro además, en esas observaciones que pusimos, las faltas que tienen los ediles que usaron en exceso —por ejemplo— combustible o alojamiento, el gasto que se hace por alguno de ellos exclusivamente en Montevideo, las tarjetas para teléfonos y otras cosas observadas. Naturalmente eso creó en las bancadas una serie de discusiones sobre la no aceptación de esa tesitura, a lo que dijimos que no las íbamos a sacar y que obviamente, si no teníamos eco, presentaríamos el informe como Partido Colorado».
Añadió que otro aspecto en el que «hubo discrepancias fue en el de la derogación, puesto que sentí la necesidad de que esa resolución del 2006 fuera derogada, no enmendada. La postura tanto en el oficialismo como en el PN era que se hiciera una revisión y se cambiaran algunos aspectos, pero que se dejara. Como insistimos en eso y lo logramos, finalmente nos sentimos satisfechos de que el PN acompañara nuestro informe, al punto que fue firmado por el edil Nicolás Olivera».
¿Qué pasa con las boletas?
Consultada respecto a si las boletas de un solo comercio que se mencionan pueden resultar en alguna irregularidad, no lo descartó. «Puede ser alguna irregularidad tributaria. No somos técnicos y por lo tanto no lo quisimos afirmar: veíamos boletas con un número hoy y siete u ocho días después con el siguiente. Pero eran situaciones que no podíamos discernir (ante ello se sugirió la contratación de un contador o abogado)».
Reiteró que «el reglamento no fue violentado en cuanto a los montos, sí al espíritu, que era resarcir los gastos que se hacían como edil y para la Junta. Si se gasta combustible y no se viene a la Junta, se puede estar gastando en alguna actividad política, pero hubo algunos ediles que en enero y febrero, con este cuerpo en receso, presentaron gastos de combustible. Son observaciones que hicimos después de un pormenorizado análisis de las boletas presentadas en 23 meses».
Belvisi aclaró que «todo estaba firmado por el delegado del Tribunal de Cuentas y aprobado por la corporación, ya que tenía la firma del ordenador del gasto que es el presidente. Otra cosa: las bancadas (FA y PN) conocían el gasto de los ediles, por lo que también podían haber puesto algún freno, porque a ellas mensualmente -,tal como estaba dispuesto en la resolución-, se les entregaron los datos».
Estuvo mal
la cuotificación
Si bien lo empleado en promedio no superó el 50 por ciento de lo presupuestado, entiende que «lo que estuvo mal y se usó con frecuencia, siendo uno de los motivos por los que se cometieron excesos, fueron las cuotas. Si el máximo de gastos mensuales a justificar era de cinco mil pesos, cuando se compraban celulares se llegaba a montos importantes, y eso, como con el arreglo de vehículos, se debía cuotificar, porque excedían esa cantidad. Como el dinero de un mes no se podía tomar para el otro, a través de las cuotas se aprovechaba todo. La reglamentación en realidad no se violó porque era demasiado imprecisa en algunos aspectos y cada edil —que usó los gastos— sentía que podía derivar ese dinero a lo que le resultaba más útil».
Un aspecto curioso es que los ediles que más necesitan fueron los que menos gastaron, «no fueron los que cometieron excesos y en general las cantidades reclamadas siempre fueron muy pequeñas, para pagar un remise de vuelta de la Junta a su hogar y cosas así».
En definitiva «el promedio de lo gastado no alcanzó al 50% de lo autorizado presupuestalmente: en 2006 se gastó el 39%, en 2007 el 48% y en 2008 hasta abril inclusive se usó el 40%. Esto marca una pauta de la actitud general, pero no quita entidad al hecho del mal uso. Ahora el trabajo sigue en la comisión de Asuntos Internos, pero los gastos de representación están derogados y nos va a costar mucho —ella integra dicha comisión— para garantizar que se usen bien los recursos que se pueda instrumentar. Si es que se aprueba hoy yo digo que no se debe insistir con los gastos de representación».
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