Paysandú, Viernes 05 de Septiembre de 2008
Locales | 02 Sep La presencia de perros sueltos en la vía pública representa un problema que compromete aspectos tan importantes para la población como la seguridad vial y sanitaria, así como los derechos del animal. La comuna y la Sociedad Protectora de Animales y Plantas «Queguay-Charrúa» coinciden en que la castración es un método eficaz para controlar la población canina, pero la responsable de esta organización, Laura Milán, asegura que las castraciones que se efectúan son insuficientes y señala a la comuna como responsable de promover una ordenanza que prevé la captura de animales.
Papel de la comuna
El director municipal de Higiene, doctor Eduardo Américo, recordó que la comuna a través de las direcciones de Higiene y Tránsito, trabaja en el tema desde principios de 2006, cuando se creó una mesa interdisciplinaria e interinstitucional conformada por el Ministerio del Interior, la Jefatura de Policía, el Ministerio de Salud Pública (Dirección del Hospital y Dirección Departamental de Salud), el Centro Médico Veterinario y el Ministerio de Ganadería, cuya labor —en coordinación con las comisiones de Higiene y Medio Ambiente, y Legislación de la Junta Departamental— apuntó a la creación de una ordenanza (Paysandú no la tenía) para «la tenencia responsable de animales», fundamentalmente «perros callejeros».
Recordó que el primer «borrador de ordenanza» fue elevado a la Comisión de Legislación, donde «pasó todo 2007 sin novedades», dado que los diferentes sectores discutieron «profun- damente» el tema y «hubo posiciones muy encontradas» al respecto, aun cuando el proyecto no incluía la captura.
A raíz de esta controversia —añadió— la Dirección de Higiene «hace pocos meses» presentó al presidente de la Comisión de Legislación, Alejandro Machado, «un nuevo borrador» de ordenanza que excluye «los aspectos polémicos» y que «en ningún momento habla ni de captura ni de sacrificio de animales», excepto en algunas circunstancias que son «de causa médico-veterinaria» como «afecciones irreversibles que implican un riesgo para la sociedad».
El proyecto establece que todo «tenedor de animales» debe mantenerlo «en condiciones físicas y sanitarias adecuadas», e impedir que permanezca «suelto en lugares públicos o de libre acceso». Asimismo compromete al propietario a permitir «el acceso a las autoridades competentes a efectos de fiscalizar, controlar, la tenencia responsable» y lo obliga a sujetar con una correa al animal cuando lo saca a la vía pública y a «responsabilizarse de los desperdicios que el animal deje» en ella.
«Estamos trabajando en aspectos que la gente reclama», dijo el jerarca y añadió que resulta «inaceptable e inapelable» que animales que son «reconocidamente peligrosos (por tamaño y agresividad) no permanezcan atados con correa o incluso no lleven un bozal», por ejemplo cuando viajan en la caja de una camioneta «en pleno centro» de la ciudad.
Américo admitió que existen «jaurías de perros sueltos en la ciudad», que generan un «impacto socio-ambiental», pero al mismo tiempo recordó que se trata de «un problema mundial». Individualizó lugares problemáticos como la Terminal de ómnibus, algunos tramos de 19 de Abril y plaza Constitución, al tiempo que señaló «problemas de seguridad y sanitarios» relacionados a la presencia de perros sueltos, como casos de mordidas a seres humanos y accidentes de tránsito.
También refirió al problema sanitario que representa la presencia de perros que «hurgan en la basura» para alimentarse, «abren las bolsas» y dispersan los residuos, pero también reconoció que además de causar inconvenientes, el animal callejero está expuesto a las inclemencias del tiempo, a ser atropellado por un vehículo o a morir víctima de envenenamiento.
Respecto a las soluciones, recordó que la tendencia mundial de las sociedades protectoras de animales apunta a la castración como «herramienta fundamental» para disminuir las poblaciones de perros callejeros, concepto compartido y adoptado por la Comisión Nacional de Zoonosis, y más tarde por aquellas personas que votaron la aplicación de la estrategia en el Presupuesto Participativo.
«Acabamos de cumplir un año y un mes con ese proyecto operativo y tenemos un resultado que realmente es muy auspicioso», dijo Américo, en tanto aseguró que ya se llegó a las tres mil castraciones en el área urbana, mientras que en el área rural esta tarea se efectúa independientemente al Presupuesto Participativo a través de la Comisión Departamental de Zoonosis.
Visión de la
protectora de animales
Consultada al respecto, la responsable de la sociedad protectora de animales, Laura Milán, se manifestó convencida de que el principal problema radica en la irresponsabilidad de los propietarios de perros. «El 80 por ciento de los perros que deambulan en la ciudad tienen dueño», dijo. Aseguró que coincide con la comuna respecto a que la castración es «una de las grandes medidas alternativas para frenar el aumento de perros callejeros», pero se opone tajantemente al nuevo proyecto de ordenanza, por entender que es prácticamente igual al anterior porque insiste en la «captura».
Para Milán, el dueño del animal también es el verdadero responsable cuando éste provoca un accidente, rompe una bolsa de basura o permanece enfermo en la calle transmitiendo enfermedades. «Detrás de ese animal hay -o hubo- un ser humano irresponsable», subrayó.
Opinó que la cantidad de perros callejeros no está en aumento, en parte gracias al programa de castración que está instrumentándose, aunque opinó que la medida no está aplicándose como debería, sino en forma muy esporádica.
«La Intendencia está un poco remisa en eso, porque se empezó castrando con muchas ganas y ahora parecería que se ha ido diluyendo y se están haciendo castraciones una vez por mes», afirmó y dijo que las castraciones deberían ser «sostenidas», al menos hasta lograr una «disminución de la población» de un diez por ciento.
«Así como se está haciendo ahora, no va a dar resultado», sentenció. Recordó que la castración «asignada para la Intendencia por el Presupuesto Participativo» es de tres mil animales, lo que —según su óptica— es «muy poco», porque una perra callejera «pare dos veces al año» (en su mayoría crías de sexo femenino) y luego esas crías siguen reproduciéndose rápidamente. «Una perra puede parir, al cabo de siete años, unos 5.500 cachorros», aseguró.
Dijo además que la comuna no informó correctamente a la población respecto a las campañas de castración y aseguró que actualmente el ritmo de castraciones disminuyó porque la comuna «no tiene recursos», lo que demuestra que tampoco está en condiciones de retirar animales de la calle y luego «mantenerlos».
Posibles soluciones
«Nosotros apoyamos incondicionalmente la castración», enfatizó Milán, en tanto dijo estar convencida de que la captura o el sacrificio «no soluciona el problema».
«La población de Paysandú tiene muy claro que no quiere un sistema de perrera, porque entiende que no es una medida humana, ni ética, ni económica», añadió, asegurando que el sistema de captura «no ha funcionado jamás cuando las intendencias lo han hecho», porque terminan siendo desbordadas y además, una vez asumida la responsabilidad, «ya no pueden decir que no» a los requerimientos de la población. «En un mes va a tener 500 perros y no va a saber qué hacer con ellos», opinó.
Rechaza nuevo proyecto
Laura Milán dijo estar «al tanto» de los contenidos del nuevo proyecto de ordenanza que impulsa la Intendencia, pero asegura que en al menos «cinco o seis artículos» considera «la captura» e incluso establece que personal municipal se encargará de efectuarla, sin percibir pago de «horas extra» por su tarea.
«También van a formar caniles municipales. Es tan irresponsable lo que pretende hacer la Intendencia. Por un lado hablan de armar un canil municipal (...) que es muy costoso y para construirlos hay que respetar reglas básicas mundiales. Otra opción que tiene es tomar ‘hogares sustitutos’, que se anoten personas a las que les gusten los animales y reciban los perros que ellos levanten. Desde ya digo que no se va a anotar nadie», enfatizó, explicando que la comuna tampoco ayudaría económicamente a quien se haga cargo de un animal y muchos optarían por devolverlos.
SERGIO COELHO
En accidentes provocados por
perros «nadie» se responsabiliza
El director de Movilidad Urbana de la comuna, Sergio Coelho, dijo que el porcentaje de accidentes provocados por perros sueltos no es muy elevado, pero opinó que a pesar de tratarse de un siniestro de escasa entidad, puede provocar graves heridas a los involucrados e incluso la muerte. Recordó que cuando sucede, «nadie» se responsabiliza y además pueden ser graves.
«Lo que a nosotros nos preocupa en el tema de los animales -de los canes principalmente- es que es un siniestro totalmente imprevisto, porque sale entre dos autos y el conductor de la moto no tiene tiempo a nada, y es una caída importante», precisó.
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