Locales | 04 Sep El sistema de leds recientemente instalado en los semáforos sanduceros tiene una protección electrónica que evita que reciba descargas eléctricas, y por el cual se reduce la posibilidad de problemas técnicos mayores, dijo a EL TELEGRAFO el ingeniero electrónico Carlos López Kelly, contratado por la Intendencia de Paysandú para esas tareas de instalación y mantenimiento.
Afirmó que un circuito electrónico integrado a la «torta» de leds actúa como «fusible» (aunque aclaró que no es ese el término técnico) ante posibles descargas eléctricas, exceptuando un rayo, que no es posible evitar por la alta carga que tiene.
Las «tortas» reciben, como una lámpara incandescente común, una carga de 220 voltios, pero ese circuito interno transforma ese voltaje en 15 o 16 voltios, y con unos 7 vatios de potencia.
En el caso de las «tortas» de color verde, que fallaron más de lo razonable, recordó que fue un problema de fabricación y que se hizo cargo el importador de cambiarlas, mientras que los leds individuales que se queman, y que pueden apreciarse en algunas tortas instaladas en los semáforos, pueden cambiarse por nuevos, aunque aún no hay un stock de esas «lamparitas» individuales. Hay luces en las que pueden verse cuatro o cinco lamparitas apagadas, que son leds quemados y que serán repuestos cuando el número sea significativo. Para hacer ese cambio, simplemente se desmonta la torta, se desarma en el taller municipal y se cambian las «lamparitas», en un trámite que no es complicado ni demora mucho, según Lopez.
INTENSIDAD A GUSTO
A la vez, el sistema electrónico que trae cada torta de leds permite darle mayor o menor voltaje, lo que determina que haya también mayor o menor intensidad de luz. Paralelamente, los técnicos de Alumbrado Público están trabajando en uno de los problemas más comunes de los semáforos: se apagan cuando hay tormenta.
Al respecto, se están instalando protecciones, llamados descargadores gaseosos, para evitar las sobretensiones ocasionadas por las descargas de rayos que afectan los controladores, que son sistemas electrónicos sensibles también a la carga estática.
En principio, son 48 esquinas del casco céntrico de la ciudad que reciben este tratamiento. Con esto se evitará que haya sobretensión en las placas de funcionamiento de los controladores, que pueden darse por la cercanía del controlador a algún pararrayos, o también por la conexión de los semáforos, que es aérea tanto en su tendido de alimentación eléctrica como por el cable de sincronismo, que se utiliza para lograr la llamada «onda verde».