Locales | 03 Sep Los empresarios de la construcción de Paysandú están preocupados por lo que definen como «los peligros del informalismo y la desviación» de lo que es el papel que deben jugar en el sector, no siendo ajena a ello la situación de falta de seguridad para el trabajador de la construcción.
«Hay un problema que nos atañe a todos, el de la seguridad en las obras, y que no solo es de las empresas sino también del sindicato» dijo a EL TELEGRAFO un empresario sanducero, quien agregó que «hay mucho informalismo, pese a los Consejos de Salarios, y en estos años aumentó».
Diferenció la situación en cuanto «a que al empresario legal no le afecta, porque el Consejo de Salarios le marca la cancha. Si al cliente le gusta o no, o al trabajador, es eso, porque es legal, y yo lo respeto. Pero con quien voy a competir, le tengo que exigir que cumpla con eso. Es un marco claro para todos, por lo que tenemos que sincerarnos y hasta sacarnos la careta, porque la cancha está marcada, pero alguien también debe asumir los roles para que se respeten los salarios, las categorías. Hoy la cancha está marcada, pero está sucia y embarrada, porque hay gente que no respeta esos límites, y se ensucia más cuando responsabilizan solo al empresario de la construcción».
LA INTENDENCIA
ES BUEN ÁMBITO
El empresario recordó que tiempo atrás se realizó una reu-nión citada por el director de Obras, Marco García. Si bien, según dijo, la Intendencia no es responsable de esa situación, es un buen ámbito para aclarar esas situaciones.
«La sugerencia que hicimos al director de Obras fue que a esa reunión general, sumara al Banco de Previsión Social (BPS) y al Ministerio de Trabajo (MTSS)», dijo. Explicó que al BPS se lo debe invitar porque «no hay inspectores que recorran obras por el tema de los aportes», señalando que vienen de Montevideo «sobre hechos consumados, o denuncias concretas», y el problema que definen como «desvirtuar la administración directa, que es cuando el propietario dice que lo hace él y que le paga a los obreros. Eso fue creado para otras épocas, ahora no siempre es así».
En lo que refiere al papel del Ministerio de Trabajo, señaló que «no hay inspector de seguridad e higiene en Paysandú desde diciembre, cuando Luis Machado ganó un concurso y se fue. Lo que hay es una inspectora del rubro administrativo».
«El informalismo, la aparición de nuevos actores en el mercado, hacen que los empresarios no sean los únicos responsables de todo», precisó. La fuente, que refirió mantener el anonimato, señaló que esos otros actores son «el mismo sindicato Sunca, Fucvam, los arquitectos; hay hasta agrimensores, las inmobiliarias y particulares».
Señaló que «esa reunión en la Intendencia, con todos, aún no se realizó».
«Esta es una oportunidad histórica que tiene este gobierno departamental en hacer cambios, que hasta ahora no aparecieron», precisó.
LOS EMPRESARIOS
DISFRAZADOS
«Nosotros no somos los únicos protagonistas en ese tema, sino que están los seudo constructores, empresarios disfrazados que tienen muchos empleados trabajando, que pueden estar evadiendo o fuera de la seguridad», consideró.
«No somos los únicos responsables, desde que hay otros operadores en el mercado de la construcción», afirmó, agregando que «muchas veces los demás superan el número de empleados que tenemos las empresas constructoras. Hay pequeños empresarios, serán Pyme o están en negro porque no les alcanza la plata, pero hay muchos».
«No está mal que un arquitecto se haga cargo de una obra y ponga su personal, o cualquiera de los otros que participan. Pero que a la hora de las responsabilidades, también les toque. Que cuando viene la hora de cargar las tintas con la responsabilidad de accidentes o el informalismo no vengan solo contra los empresarios», subrayó. Recordó que «hemos pedido públicamente que vengan inspectores del BPS y el MTSS, hemos llegado a poner una solicitada en el diario EL TELEGRAFO para que se inspeccione. Porque funciona sobre la base de denuncias, pero nosotros no somos policías. Y si hay alguna empresa que está haciendo las cosas medio mal, que le pongan una multa».
Aclaró que «esa situación es legal, pueden construir, pero cuando dicen que los empresarios son negreros de los trabajadores o no hacen seguridad, ¿quiénes son esos empresarios? Ahí caemos los que pagamos la DGI como empresas constructoras, y que nos nucleamos como gremio de construcción. Pero acá hay algunos más, arquitectos, sistemas cooperativos, inmobiliarias, gente común que se hace sus cosas. Hay unos cuantos señores que no son empresarios, o están escondidos. Por eso esperamos la reunión de buena voluntad a que nos invitó Marco García, para sincerar el mercado. Los empresarios aceptamos lo que nos corresponde, pero los que están escondidos, que levanten la mano», dijo gráficamente.