Paysandú, Jueves 11 de Septiembre de 2008

OPINIONES

Recibimos y publicamos

Locales | 07 Sep A ESTA ALTURA
CON LOS FAROLES
Fueron tres años en que el hoy senador emepepista José Mujica Cordano, se las pasó por cuanto micrófono de radio, televisión y páginas de diarios haciendo declaraciones sin siquiera concretar algo, y menos aún solucionar los reclamos de los sectores productivos nacionales.
Y como el título, escrito en el léxico del legislador, es decir el lunfardo, las cosas han llegado a un punto tal que ya han dejado de interesar.
Viaja a Buenos Aires y se reúne con el matrimonio Kirchner para pedirle acercamiento al pueblo uruguayo. «Le pedí mejorar la relación. Lo hago porque soy veterano, ya viví la historia y a Uruguay le conviene tener buenas relaciones con la Argentina», expresó Mujica, quien en esta oportunidad hizo un viaje relámpago a la vecina orilla.
Más adelante dijo «durante el encuentro se ratificó la excelente relación existente entre Argentina y Uruguay», y se destacó «el proceso de integración de los países de América Latina».
¿Cómo podemos hablar de excelente relación, con un litigio en La Haya a consecuencia del bloqueo del puente Gral. San Martín?
Después vino el viaje a Brasil, donde no pudo reunirse con Lula pero sí en la ciudad de San Pablo participó de un acto organizado por el Partido de los Trabajadores en apoyo al gobierno boliviano. El senador se reunió con altos jerarcas del PT, pero no pudo concretar con el mandatario Luis Inácio Lula Da Silva debido a que éste no estaba en el país.
Posteriormente el senador tupamaro José Mujica dialogó en Venezuela con el presidente de Ecuador, Rafael Correa, y mantuvo un «mano a mano» con el mandatario Hugo Chávez, a bordo de una aeronave.
La reunión Mujica - Chávez tuvo como escenario la oficina del avión presidencial venezolano al regreso de una visita a las reservas petroleras en la Franja del Orinoco y se manejaron varios temas, «como la delineación de un sistema de triangulación de exportaciones y el reencausamiento de las relaciones».
Ahora bien: ¿para qué existe la Cancillería uruguaya, así como las embajadas en Buenos Aires, Brasilia o Caracas? Da la impresión de que se manifiesta una falta de disposición gubernamental de no poder atender estos temas, pero todo sabemos que no es así.
Pero ¿quién le pone el cascabel al gato? O más bien al Pepe... Pues el hombre hace valer su electorado a la hora de tener que frenarlo, porque no se trata de canas, sino más bien de «movimiento de masas» como suelen decir los compañeros del comité de base.
Algo hay que reconocerle a Mujica: ha hecho mucho más fuera de su cargo de ministro que como tal. Es que el traje de mensajero de las relaciones internacionales, parece gustarle.
A lo mejor el presidente le erró cuando nombró a Gargano en Relaciones Exteriores y a Mujica en Ganadería, Agricultura y Pesca. Quizás la investidura de canciller le hubiese permitido actuar más, y hablar menos.
Por ahora el titulo que le cabe es el de Bacán de Prepotencia, que en lunfardo quiere decir: Persona que por sus buenas amistades o influencias tiene superioridad y ascendiente sobre otros.
Ruben Castelli


EDICIONES ANTERIORES

A partir del 01/07/2008

Sep / 2008

Lu

Ma

Mi

Ju

Vi

Sa

Do

12

12

12

12

12

Diario El Telégrafo

18 de Julio 1027 | Paysandú | Uruguay
Teléfono: (598) 47223141 | correo@eltelegrafo.com