Paysandú, Viernes 12 de Septiembre de 2008
Locales | 06 Sep El miércoles 3, la División Epidemiología de la Dirección General de Salud del Ministerio de Salud Pública recordó que «en la medida que persisten las condiciones de riesgo frente a la aparición de murciélagos con virus de rabia, se trata de una variante que circula entre estos animales y que solo accidentalmente puede ser transmitida al hombre o a otros mamíferos domésticos».
El domingo 31 de agosto el productor riverense Pedro Figueroa fue mordido en el dedo pulgar por un murciélago hematófago cuando lo quiso agarrar a mano descubierta.
Según publicó El Observador, un murciélago estaba succionando la sangre de una chancha, y Figueroa golpeó al animal con un palo, arrojándolo al suelo. Hizo lo que recomiendan evitar, agarrándolo a mano descubierta, y el murciélago lo mordió.
Derivado al hospital de Tacuarembó, fue tratado con el antivirus correspondiente, y aparentemente está fuera de peligro. No se confirmó aún si el animal tenía rabia.
NADA EN PAYSANDü
En Paysandú no hay focos, ni sospecha de que los hubiera», dijo el médico veterinario Eduardo Bonilla a EL TELEGRAFO. Si bien reconoció que el contagio de la rabia «no es difícil que pueda suceder», recordó que «estamos lejos de Rivera y Tacuarembó».
Ciertamente que en el departamento de Paysandú hay murciélagos hematófagos, popularmente conocidos como «vampiros», pero no tienen una incidencia demasiado grande en la población general de murciélagos, que en su gran mayoría son insectívoros.
El murciélago «vampiro», «tiene un poderoso anticoagulante en la saliva, que evita la coagulación de la sangre para poder alimentarse. Así es como se contagia la rabia, por la saliva», dijo Bonilla.
Sin embargo, recomendó «no eliminar las colonias de murciélagos» que pueda haber, dado que cumplen una importante función en el equilibrio natural. «Cumplen una muy buena función, comen insectos, y si se los elimina su lugar puede ser ocupado por otro peor», precisó.
Puso como ejemplo que «hace unos años se fumigaron montes naturales en Salto, y mataron casi todos los pájaros. Al año siguiente, hubo una invasión de garrapata en el ganado. Todo ser ocupa un lugar en la cadena alimenticia, y su de-saparición conlleva otros problemas».
En el caso de los murciélagos, indicó que entre otros insectos «se alimentan de polillas; comen mucha cantidad y mantienen el equilibrio».
«No deben eliminarse, a lo sumo controlarse» recomendó el veterinario, quien aconsejó que «en caso de encontrar un murciélago moribundo, no hay que agarrarlo con las manos desnudas, y evitar que el perro lo agarre».
EL VIRUS RÁBICO
La rabia es una enfermedad causada por un virus que puede ser transmitido al hombre a través del contacto (principalmente mordeduras y arañazos) con animales infectados, tanto domésticos como salvajes.
El reservorio del virus pueden ser animales salvajes y domésticos como perros y gatos, murciélagos insectívoros y vampiros infectados, zorros, entre otros. La rabia se transmite al hombre mediante la mordedura de un animal rabioso que inocula junto con su saliva el virus de la rabia.
No es tan fácil que un animal pueda infectar a un hombre. Según el MSP, «hay que tomar en cuenta que no todos los animales infectados tienen en la saliva la carga viral suficiente para infectar y que solamente el 20% de los humanos mordidos por animales rabiosos desarrollan la enfermedad. El período de incubación por lo general es de tres a ocho semanas, aunque en algunos casos podría superar el año».
Lo más aconsejable para evitar infectarse es evitar el contacto con los animales infectados, no manipulando animales muertos cuya causa de muerte o procedencia se desconoce, evitando el contacto directo con cualquier murciélago vivo o muerto y consultar al médico inmediatamente frente a la mordedura o arañazo de cualquier animal. En Uruguay el último caso reportado en humanos fue en el año 1966 en Montevideo.
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