Locales | 11 Sep Unas 500 personas en nuestro país integran las listas de espera para recibir un trasplante de riñón, unas 25 esperan por un trasplante de corazón y varios centenares por uno de córnea, piel, válvulas cardíacas, arterias o huesos, informó ayer el doctor Raúl Mizraji, coordinador del Instituto Nacional de Donación y Trasplantes de Células, Tejidos y àrganos (INDT) que funciona en el Hospital de Clínicas de la capital del país.
Durante una visita al Hospital Escuela del Litoral en la que distribuyó información entre los funcionarios, el profesional también reveló que en Paysandú «hay más de noventa pacientes en hemodiálisis crónica», de los cuales «aproximadamente un 20 por ciento también están esperando un trasplante»
Explicó que su visita a Paysandú tuvo por cometido «difundir» y explicar «la importancia» de la donación y el trasplante en Montevideo y en todo el Interior del país, no solo entre «la sociedad y su conjunto», sino también entre «el personal de Salud».
El profesional subrayó la importancia de que los funcionarios de la Salud conozcan los mecanismos previstos para viabilizar una donación, ya que están «directamente involucrados con este tipo de pacientes que luego se transforman en donantes» y con «los receptores que están en la lista de espera de trasplantes».
Requisitos para
ser donante
Para transformarse en donante de órganos -añadió Mizraji- «lo que se necesita son las ganas de ser donante, el convencimiento de que uno está haciendo algo en pro de la sociedad y también de uno mismo», porque «a cualquiera le puede tocar» integrar una lista de espera.
«Para hacerse donante se puede llenar un formulario de donación al que se puede acceder en las instituciones médicas públicas o privadas -si no estuviera presente nosotros lo hacemos llegar desde el Instituto-. Lo más importante es conversar en casa, con la familia, respecto a cuál es la posición que uno tiene sobre la temática», añadió, y reveló que también «hay niños en lista de espera».
Para que sus órganos puedan ser trasplantados, el paciente debe presentar muerte cerebral y ésta haberse producido en una Unidad de Cuidados Intensivos.
Mizraji aseguró que en nuestro sistema «tráfico de órganos no hay» y que los criterios utilizados por el INDT son «transparentes y verificables», razón por la cual la población puede estar tranquila respecto a que los procedimientos se llevarán a cabo con absoluta cristalinidad.
Dijo que solo el Instituto tiene acceso a las listas de donantes y que existen estrictas normas que preservan la identidad de donantes y receptores.
Los órganos extraídos a una persona -aseguró- pueden ayudar a que otros 15 pacientes puedan seguir viviendo.