Locales | 10 Sep Para el presidente del Centro Comercial e Industrial de Paysandú, Andrés Mannise, en el Interior es particulamente alto el informalismo en el ámbito empresarial, tal como da cuenta un informe dado a conocer recientemente por la Cámara Nacional de Comercio, y estimó que en gran medida este escenario es consecuencia de una muy alta presión tributaria, que corroe la economía de las empresas, sobre todo de las pequeñas y medianas.
Precisó el dirigente empresarial que en el caso del Centro Comercial, el sector de pequeñas y medianas empresas constituye la mayoría de sus socios, y que resulta evidente que al aumentar los costos de las empresas, por efectos de mayores cargas sociales y tributos, «se agranda la brecha entre quienes trabajan dentro de la legalidad y quienes lo hacen en el informalismo». El dirigente empresarial expuso que «hay empresas con serias dificultades para hacer frente a sus obligaciones, que entre sobrevivir o desaparecer optan por pasarse al informalismo».
Subrayó que esta es una preocupación de las cámaras empresariales, que data desde hace tiempo, por cuanto a nadie le gusta trabajar en la ilegalidad, con el consecuente factor de riesgo, a la vez de establecerse competencia desleal con quienes procuran mantenerse en el circuito formal.
Puntualizó que por otro lado, «ser formal tiene un costo cada vez más grande», y resulta en extremo oneroso para las empresas». Precisó que este aspecto es particularmente serio en el Interior, con cargas impositivas muy gravosas y un nivel de actividad que dista del que se da por ejemplo en Montevideo, con salarios que se plantean en forma igualitaria para todo el país, sin contemplar las realidades tan diferentes entre capital e Interior.
Por otro lado, puntualizó que las inspecciones que se realizan por los inspectores de los organismos del Estado invariablemente se dirigen hacia el comercio instalado legalmente, sin tener el mismo criterio para controlar a quienes trabajan en el informalismo.