MILLONARIA INVERSIÓN

Locales | 14 Sep El viejo edificio de 18 de Julio y Zorrilla de San Martín, con más de 110 años de construido, es uno de los lugares emblemáticos de Paysandú.
Ya en 1896, la mueblería de Lorenzo Branca estaba instalada allí. En 1899, el segundo piso era inaugurado con el Casino de Paysandú. En febrero de 1901, según las crónicas, se realizó allí un baile de carnaval, el primero de una larga saga. Es el mismo lugar que se puede ver en las fotos adjuntas, y que está en reconstrucción.
Aún permanecen, y resistieron al fuego y el descubierto de los últimos nueve meses, los mármoles que recubren toda la pared hasta un metro de altura, sobre el zócalo. Los trabajos de albañilería artesanal hechos en lo alto de las paredes, han desaparecido casi por completo. La magnificencia de aquel salón prácticamente desapareció.
Sin embargo, Carlos Colombini, el propietario de la pizzería que trabajaba en la planta baja, y que se está haciendo cargo de las reparaciones, espera poder recuperar el edificio y darle nuevamente la categoría que supo tener, volviendo a brindar a Paysandú una estructura que forma parte de la idiosincrasia sanducera.
«Estamos trabajando en el techo, pero nos ha costado meses porque nos han dejado solos con el dinero. Es un techo de 640 metros cuadrados, sale entre 40.000 y 50.000 dólares. Nos queda colocar la chapa, y luego hacer la bovedilla, que es el entrepiso de todo el edificio», explicó el empresario a EL TELEGRAFO.
VAN MILES DE
DOLARES, Y FALTA
«Hace nueve meses que estamos con el techo, se compró el hierro para las cerchas, unos 15.000 dólares, y ahora se pudo comprar la chapa --que son 10.000 dólares--, y que se empieza a acarrear para la esquina».
Otra de las precupaciones de Colombini es la bovedilla, el cielorraso del primer piso, sobre el cual iba el piso de madera de la segunda planta «porque se perdió, un poco se quemó con el fuego y otro poco que estuvo mucho tiempo descubierta y se mojó mucho, sobre todo los hierros, y hay que cambiar. Y son también 600 metros cuadrados, es otro techo».
El edificio fue declarado patrimonio histórico departamental, pero eso no ha significado que se recibiera, aún, apoyo oficial.
«Estuvimos con el intendente Pintos recorriendo el edificio, y vio cómo está todo». Dijo que «ahora estamos tratando de conseguir un nuevo profesional que se haga cargo del tema, porque hay que cerrar ese techo porque el edificio se está estropeando horrible».
En cuanto al seguro, dijo que tenía dos empresas aseguradoras contratadas, pero «es poca cosa, tanto en el edificio como el equipamiento». En este sentido recordó que «se perdió mobiliario, vajilla, heladeras. Sobre todo cuando cayó el techo, que rompió mucho».
Hacer «algo distinto»
Consultado sobre si está dispuesto a utilizar la opción de compra que tenía en el contrato de arrendamiento, dijo que «sí, pero no tengo el dinero. La idea es comprarlo, pero hay que trabajar mucho tiempo».
Mientras tanto, los propietarios le exigen «que haga el techo y arregle todo el edificio, arriba, adentro, la casa de atrás. Todo».
Reconoció que «sigo pagando el alquiler mensualmente, lo mismo que pagaba antes, por un edificio quemado y sin techo. Y se hizo contrato nuevo». Dijo que el costo del alquiler «es por la esquina, pero los papeles que hice dicen que a partir de abril del año que viene alquilo todo el edificio».
Sin demasiadas certezas de cómo y cuándo, Colombini afirmó que seguirá trabajando con la pizzería en el local de 19 de Abril, aún cuando quede terminada la reconstrucción del edificio.
Prometió que en el futuro, aunque sin plazo determinado, va a hacer «un lugar para que disfruten los sanduceros, algo distinto», señalando que el emprendimiento «lo voy a encarar solo, no pienso hacer sociedades».