Opinion | 21 Sep Hoy la Meseta de Artigas vuelve a reunir a una multitud que llegará para tributar homenaje al protector de los Pueblos Libres. La recordación anual se ha convertido ya en una tradición en el calendario de actividades culturales del departamento y reúne a personas de diferentes edades y procedencias socioeconómicas atraídas algunas por la cabalgata, otras por la fiesta en sí y otras por una sincera y profunda simpatía a la figura del prócer y adhesión a su pensamiento.
Sin embargo, los orientales todos tenemos aún una deuda con Artigas. Y su nombre es Purificación.
El gobierno uruguayo aprobó en 2003 una ley que declara Monumento Histórico Nacional al lugar donde estuvo enclavada Villa Purificación. Su artículo sexto ordena al Poder Ejecutivo que delimite el predio declarado Monumento Histórico Nacional dentro de los padrones 4980 y 4983, pertenecientes a la estancia «El Hervidero»— ubicada en la Cuarta Sección Catastral, zona rural en el departamento de Paysandú— y proceda a la creación de un Parque Nacional, a los efectos de que este sitio histórico pueda ser visitado.
Sin embargo, el lugar no está librado al uso público porque aún es propiedad privada y, en consecuencia, seguimos sin poder acceder a ese lugar de recordación que el impulsor de la referida ley, el fallecido diputado Félix Laviña, pretendía que fuera un lugar de peregrinación, algo así como «la Meca de los uruguayos».
La idea originaria del diputado Laviña era «hacer una delimitación inteligente y prudente» utilizando unas seis o siete hectáreas —de las más de doscientas que involucran los dos padrones señalados— para «crear un parque donde el pueblo uruguayo pudiera de una vez por todas reverenciar la figura de Artigas».
También los investigadores de la Facultad de Humanidades que comprobaron científicamente que en ese lugar estuvo realmente Purificación, propusieron la elaboración de un plan de manejo que «establezca criterios y medidas de gestión y articule los intereses públicos con los privados».
¿Tan imposible es llevar eso a la práctica para cumplir con un mandato legal? La escasez de recursos esgrimida por el actual gobierno para crear el referido parque nacional no parece a estas alturas más que una excusa y tampoco hemos visto que en este último tiempo los actores políticos y culturales de Paysandú hayan reclamado con la fuerza debida la concreción del parque nacional de Purificación.
Su concreción sería, desde el punto de vista histórico, turístico y cultural, un hecho de gran importancia no solo para nuestro departamento sino también para la región puesto que Purificación es uno de los símbolos más importantes de la historia de los territorios uruguayos y argentinos que conformaron la Liga Federal. Es también una deuda histórica cuando debería ser desde hace rato un sitio para la memoria.