AUMENTA EL BENEFICIO

Locales | 25 Sep A partir del presente mes, las tarjetas magnéticas del Plan Alimentario Nacional son cargadas con más dinero para efectuar compras de productos de primera necesidad e higiene personal y del hogar. Cada mes el Ministerio de Desarrollo Social destina casi 40 millones de pesos —más de 1.800.000 dólares— para cargar 65.000 tarjetas magnéticas, de las cuales hay unas 3.500 en Paysandú.
Según lo informado por el Mides, los hogares que cuentan con este beneficio y tienen un hijo pasarán de $ 300 a $435; los que tienen dos hijos pasarán de $ 450 a $ 660, en tanto que para las familias con tres hijos el monto que se cargará en la tarjeta pasará de $ 600 a $ 840. En tanto, las familas con cuatro hijos y más percibirán ahora $ 1.170 (antes el monto asignado era de $ 800). La transferencia es mensual tomando como referencia la cantidad de personas vulnerables en dicho hogar. El Plan Alimentario Nacional tiene como objetivo apoyar y mejorar el acceso de alimentos de los hogares que estuvieron incluidos en el Panes y continúan percibiendo esta ayuda una vez iniciado el Plan de Equidad.
En Paysandú hay 3.532 tarjetas. Hasta la fecha se han otorgado 65.000 tarjetas magnéticas en el país, beneficiando a 275.000 personas que adquieren productos en 580 locales. En 430 de ellos funcionan cajas registradoras computarizadas. Allí compra el 95% de las familias con tarjetas, en tanto que otros 150 locales que trabajan con POS inalámbricos atienden la demanda del 5% restante. En Paysandú hay 3.532 tarjetas activadas, 10 puntos de venta con computadora y 12 con POS de tarjeta. Cada mes el Mides destina $ 39.317.150 pesos para cubrir las cargas de las tarjetas que, en promedio, gastan los montos asignados en dos tiques de compra. El promedio de ventas por local a través de estas tarjetas es de 70.000 pesos mensuales y el promedio de unidades vendidas por tarjeta 40.
QUé compran
Según el Mides, el 73, 48% de las compras efectuadas con tarjetas magnéticas son alimentos y un 26,52% otros productos. Entre los consumos perecederos, el 40,8% de los productos adquiridos son cárnicos, el 21,4% fiambres, el 19,5% frutas y verduras y 16,9% lácteos. Un 0,8% corresponden a productos de rotisería, un 0,5,% pastas y un 0,1% productos de pescadería. En lo que respecta a productos de higiene lo que más se compra con la tarjeta magnética es jabón en barra y papel higiénico, seguido de jabón de tocador, jabón en polvo, protectores femeninos y pasta de dientes. Está prohibida la compra de bebidas alcohólicas, cigarrillos, refrescantes y tabacos, lo cual se controla mediante un mecanismo de trazabilidad que permite el seguimiento al detalle de las compras realizadas por cada familia en cada localidad. En caso de infracción hay sanciones para el comercio y el usuario de la tarjeta.
CANASTAS PARA
ENFERMOS CRóNICOS
En tanto, continúa vigente el Programa de Apoyo a Enfermos Crónicos (APEC) que gestiona el Instituto Nacional de Alimentación (Inda), cuya finalidad es contribuir a mejorar la situación alimentaria nutricional de personas con enfermedades crónicas, en tratamiento, cuya situación socioeconómica sea desfavorable, a través de la entrega mensual de un complemento alimentario.
Las denonimadas «canastas de crónicos» son entregadas mensualmente a enfermos renales y renales diabéticos, celíacos, portadores de tuberculosis, portadores de HIV/SIDA, pacientes oncológicos y diabéticos imposi- bilitados laboralmente por esta patología. También perciben esta ayuda personas que poseen otras patologías que les impiden trabajar. Acceden a este programa las personas que pertenecen al grupo de población objetivo del Mides, son asistidas en servicios públicos de salud, hayan presentado certificado médico que acredite la patología y que indique además la incapacidad laboral transitoria o permanente, además de ser objeto de una evaluación socioeconómica por un licenciado en trabajo social, entre otros requisitos.
La composición de estas canastas varía según la patología, pero en general incluyen alimentos como aceite, arroz, azúcar, harina de maíz, harina de arroz, harina de trigo, leche en polvo, fécula de maíz, lentejas y pasta. En el Interior, la distribución se realiza cada dos meses en coordinación con intendencias municipales o centros de tratamiento.