Rurales | 23 Sep El vicepresidente de las Cooperativas Agrarias Federadas (CAF), ingeniero agrónomo Roberto Benia, participó en Sudáfrica, como representante de la Federación Internacional de Productores Agropecuarios (FIPA), en el 17º Congreso Mundial de la Carne, organizado por la Sociedad Internacional de la Carne.
El congreso estuvo dividido en tres jornadas. La primera fue de la Sociedad Internacional, en tanto las otras dos fueron el Congreso de Carne propiamente dicho, al que acudieron miembros de la sociedad internacional y también personas no miembros, «como nosotros, que fuimos en representación de FIPA como organismo internacional de productores agropecuarios. Pudimos participar de los distintos comités de la asociación, en la jornada previa al congreso, pero no en la asamblea de la institución».
En un informe divulgado por CAF, Benia sostiene que el congreso «no fue técnico—científico, sino que trató temáticas referentes a la tendencia del mercado». Se discutió sobre la situación de la carne, la producción, la demanda, la oferta, el consumo. Participó gente de todos los países implicados: «no solo productores, sino los principales consumidores de carne en el mundo. Había unas 500 personas, delegadas de 40 países. Países que trascienden como productores —caso de Brasil, Argentina, Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos y Uruguay— y de los que más trascienden como consumidores —China, Rusia, Unión Europea— y varias áreas o países donde la economía es emergente».
Benia indicó que «las conclusiones más claras a las que se llegó en el Congreso radican en que las perspectivas de consumo previstas para los próximos 8 o 10 años (al 2015 o 2020) indican un claro aumento en el consumo de carnes en general. Las que más van a aumentar su consumo, seguramente son las carnes blancas y dentro de ellas la de pollo. Hay dos componentes que indican este crecimiento: por un lado que en general hay mayor consumo de carnes blancas y por otro que en la producción los procesos de estas son más eficientes y, por excelencia, son las más eficaces». En este sentido es menos eficiente el de las carnes rojas y el aumento de su consumo se prevé que sea el menor, aunque igualmente se espera que aumente.
Aumento
Para el profesional sanducero, «los componentes del aumento son el crecimiento de la población y el aumento de la capacidad adquisitiva, que tiene a su vez efecto directo e indirecto. Directo porque compra más el que tiene más; indirecto, porque en la medida en que los ingresos son mayores, el componente de la carne roja en la dieta aumenta en esa proporción (doble efecto)».
También está previsto que aumente la oferta en la mayoría de las áreas del mundo, «así como los niveles de producción. Los aumentos de la demanda estarían más concentrados en los países en vías de desarrollo. En Europa no se prevé que aumente el consumo per cápita, debido a la tasa de incremento poblacional, que está siendo baja».
En este sentido las perspectivas en Europa «no son de alto consumo y tampoco ha aumentado la producción de carne. Más bien ha disminuido mucho y los stocks europeos de carne están en cero. Eso hace que los precios sean más favorables y volátiles, y dependan del mercado que exporta. En cuanto a la oferta, los aumentos se prevén fundamentalmente en Sudamérica, incluso en el consumo de pollo (el 95% del que importa Japón es brasilero) y también en la producción de carne porcina, con ventajas competitivas muy importantes».
Si bien se espera, entonces, un aumento de la demanda y paralelamente de la oferta, «la relación parece ser relativamente favorable. Es decir que no se piensa que ese aumento de la oferta tenga efectos depresivos en los precios. Si bien se entiende que estos estarían ya en un nivel casi de equilibrio, en algunos mercados o regiones hay un pequeño espacio de afianzamiento; pero, en términos generales, estaríamos en equilibrio».