ALBERTO COURIEL

Locales | 23 Sep El senador Alberto Couriel (Espacio 609) opinó que el gobierno obtuvo un «enorme éxito» en el área económica, pero reconoció la importancia de un contexto internacional favorable. Se manifestó afín a profundizar las reformas Tributaria y de la Salud, en tanto abogó por una «estrategia global» para combatir la pobreza y por la búsqueda de un modelo de desarrollo basado en pautas claras por parte del gobierno. El legislador visitó nuestra ciudad en el marco de una «actividad política» que incluyó la celebración de un acto. Según manifestó a EL TELEGRAFO «el gobierno ha tenido un enorme éxito» en el área económica, dado que «el ritmo de crecimiento económico» estuvo por encima de lo previsto.
«Que en el primer semestre de 2008 estemos en el 13 por ciento es muy alto», afirmó el legislador, quien estableció una comparación con «los tres años anteriores» al gobierno del Frente Amplio, donde el crecimiento fue del orden del 7 por ciento.
«Esto significa bajar el desempleo, aumento del salario real, bajó la pobreza, bajó la indigencia», dijo.
No obstante, reconoció que el gobierno gozó de «mucha suerte» al enfrentar un contexto de «precios internacionales muy altos de los productos de exportación» y al asumir «justo en el momento en el que llegan las inversiones directas a la industria del papel». Dijo que la presencia de Astori al frente del Ministerio de Economía generó «confianza y credibilidad» en los agentes económicos, ratificó su postura afín a las medidas antiinflacionarias adoptadas por el equipo económico y desestimó que una inflación de un dígito influya en el crecimiento o retraiga las inversiones extranjeras.
«Una inflación de un dígito no es para que uno se sienta conmovido o estresado. Cuando usted tiene un dígito de inflación, esto no afecta la rentabilidad, no afecta la inversión, ni el crecimiento, ni tampoco la imagen desde el exterior», afirmó. Aseguró que el principal problema radica en que actualmente este porcentaje de inflación «se da sobre todo en alimentos» a consecuencia de «la suba de los precios internacionales de los granos y de la carne», lo que genera una «preocupación social» y no tanto financiera.
«Los alimentos son una proporción muy alta de la canasta de consumo de los sectores de menores ingresos», precisó y en este sentido, expresó que medidas como la implementación del «asado del Pepe» y la «rebaja del boleto», han sido «correctas».
reformas estructurales
Respecto a las reformas estructurales que implementa el gobierno, se manifestó proclive a introducir modificaciones en la Reforma Tributaria y profundizar los alcances de la Reforma de la Salud. Manifestó que no le satisface un IRPF «dual» tal cual está planteado hoy, sino el «clásico, tradicional Impuesto a la Renta de las Personas Físicas donde las rentas de capital pagan lo mismo que las rentas de trabajo».
«Creo que el IRPF a las empresas está bien desde el punto de vista de las chances que le da al exonerarlas de la tributación por las ganancias que invierten, por las ganancias que innovan, por las ganancias que capacitan personal; pero no me gustó haberlo bajado del 30 al 25 por ciento», opinó el legislador, para quien esta rebaja tributaria podría repercutir en el gasto social del gobierno al que considera fundamental.
Respecto a la Reforma de la Salud, opinó que existen aspectos referidos a la equidad que podrían modificarse, en tanto señaló que los profesionales y las rentas de capital deberían participar «solidariamente» –al igual que los asalariados- en el financiamiento del sistema.
«Me gustaría darle la chance a los niños menores de 18 años de familias pobres que tengan la misma situación, las mismas posibilidades, que los otros niños de 18 años cuyos padres cotizan a la Seguridad Social, y puedan estar integrados directamente al Fondo Nacional de Salud (Fonasa)», añadió Couriel, para quien estos ajustes al Sistema serán posibles «en el futuro». Abogó por una «estrategia global» para combatir la pobreza y opinó que el Estado debería –en coincidencia con los empresarios- intervenir y «marcar límites» en cuestiones relacionadas a la «estructura productiva», como la producción de soja y la forestación e impulsar y ayudar a la industria a conseguir «complementariedad productiva» con Argentina y Brasil. «Yo quiero una estructura productiva al estilo de Australia y Nueva Zelanda, incorporando contenido tecnológico al agro», afirmó.