Paysandú, Miércoles 01 de Octubre de 2008
Locales | 30 Sep Uruguay es un país donde la cantidad de hogares supera ampliamente la cantidad de viviendas. Más allá que hay un número importante de propiedades inmobiliarias que se ofrecen en alquiler, la situación de la vivienda propia ha sido planteada por todos los gobiernos nacionales y departamentales como un problema casi endémico, buscándose soluciones de varios tipos, como las cooperativas de vivienda, las asociaciones civiles para construir, los SIAV, el Banco Hipotecario y las más modernas PIAI y la Agencia de la vivienda.
Todos apuntan a dar mayor acceso a la vivienda, facilitando con plazos financieros o subvenciones importantes. Pero el problema de fondo es el alto costo que tiene construir en condiciones normales una casa, sobre todo para el trabajador asalariado.
Sin entrar en disquisiciones filosóficas o políticas de cómo están conformados esos costos, EL TELEGRAFO participó de un evento donde se manejaron las cifras reales que consideran los constructores cuando hacen un presupuesto.
LA MITAD DE SUELDOS Y BPS
Entre el 74% y el 77% del total del monto gravado del personal en obra, el costo laboral que demanda una construcción, es lo que debe pagarse de aportes al BPS y la Caja de Profesionales Universitarios, según detalló el contador Gerardo Gervasio.
En una casa de 100.000 dólares, por ejemplo y en términos generales, no exactos, donde 55.000 son de materiales y 45.000 son de mano de obra en salarios, se paga 26.000 dólares de salarios y 19.000 de aportes.
Ese porcentaje tiene un 70% por el Aporte Único a la Construcción (AUC), integrado por el 8,9% de aporte jubilatorio patronal (que se rebajó recientemente), el 17,8% de aporte jubilatorio obrero, un 28,3% de cargas salariales que comprenden licencia, salario vacacional y aguinaldo; 9% de seguro por enfermedad y 6% de Banco de Seguros. En breve, lo que corresponda del Focer, Fondo de Cesantía y Retiro, que será entre el 0,5% y el 4,5% cuando se reglamente la Ley de creación de este Fondo.
Además debe pagarse la Caja de Profesionales Universitarios (CPU), que en el caso de los ingenieros es el 2% del total, y para los arquitectos el 4%. Para una casa se contrata generalmente un arquitecto, ya que los ingenieros desarrollan tareas básicamente de construcción de silos, hangares o puentes, por ejemplo.
El Fondo de Reconversión Laboral (FRL) implica el 0,125%, y el complemento del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS), que es entre el 1,5% y el 3%, según el salario del obrero.
El obrero, según su categoría, cobra el salario neto del laudo del Consejo de Salarios, mientras que los aportes mencionados se pagan por fuera de esos jornales.
OTROS COSTOS NO GRAVADOS
El aporte se realiza sobre el salario laudado para cada trabajador, pero también hay otros costos laborales que no son considerados para calcular el porcentaje citado pero sí se pagan como mano de obra.
Esos costos que son considerados «compensaciones especiales», implican desgaste de ropa, de herramientas (de medio oficial para arriba), reintegro de gastos por viáticos por traslado (si es a más de 5 kilómetros de la sede de la empresa o donde contrataron al obrero para locomoción o alimentación), viáticos según el decreto 290/82 (también llamados sobrelaudos, se trata de un suplemento voluntario al sueldo que no va gravado), suplemento de balancín (si trabaja en la altura) y el incentivo por asistencia (10,42% sobre jornales trabajados).
QUIÉN HACE QUÉ
Según el tipo de declaración de obra, si es por administración, autoconstrucción o contrato, hay distintas responsabilidades para el titular definitivo de la obra y del padrón.
En el caso de autoconstrucción, hay que hacer todas las operaciones administrativas donde corresponde, para pagar el Aporte Único de la Construcción (AUC), la Caja de Profesionales Universitarios (CJP), los adelantos de IRPF, complementos del SNIS y el Fondo de Reconversión Laboral (FRL). Hace los recibos de sueldo, paga y presenta las planillas de personal.
En el caso de hacer la obra por contrato, el titular paga el AUC, CJP y CCM, mientras que corresponde al contratista el adelanto de IRPF, complementos de SNIS y FRL, presenta las planillas, hace recibos de sueldo y todos los trámites correspondientes.
En las obras de menor cuantía (contrato menor de 85 jornales) el constructor se encarga de todo el trámite.
Siempre y en todos los casos, si hubiera diferencias entre lo aportado y la obra, debe hacerse cargo para el BPS, el titular del padrón donde se realizó la construcción.
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