Nacionales | 25 Sep Un empujoncito
El Partido Nacional cierra filas de cara a la campaña electoral y sus principales líderes aumentan día a día el tenor de sus críticas al gobierno. El ex presidente Luis Alberto Lacalle y el líder de Correntada Wilsonista, Francisco Gallinal, encabezaron el acto de la Lista 33, en el que afirmaron una vez más que luego de las elecciones los frenteamplistas abandonarán la casa de gobierno.
Lacalle comenzó diciendo que el gobierno «perdió el rumbo» y que la sociedad nacional «está en serio peligro de fracturarse». Dijo que la división que experimenta la sociedad ante el tema de la inseguridad lleva a que se «separen los extremos, se cobijen los que pueden detrás de las rejas y se formen islotes de seguridad». Respecto al crecimiento del PBI, el ex mandatario aclaró que en el Partido Nacional «se alegran cuando andan bien las cosas», pero auguró que los blancos harán las cosas «mejor todavía».
Asimismo, dijo que aun cuando parece que todo va bien, cuando se comienza «a averiguar un poquito» se detecta que «se gasta hasta donde no dan las previsiones, sin criterio», y por tanto «no se van a inaugurar obras, ni viviendas, ni liceos».
Por su parte, Gallinal, quien en reiteradas ocasiones utilizó la frase «¡que se van, se van!», dijo que el Frente Amplio se irá del gobierno porque los blancos los empujarán, pero también porque «han hecho méritos». Respecto a la inseguridad y a las últimas declaraciones de la ministra Tourné, recordó que los informativos «expresan lo que sucedió en el país real».
«La inseguridad está cercenando a la libertad. La gente cambia su forma de vivir por miedo», afirmó.
También reconoció que el Partido Nacional tiene una «deuda» con Montevideo, pero no porque no se haya trabajado por la ciudad, sino porque se le debe «un cambio de actitud».
«No hay quien dude que el gobierno del Frente Amplio está agotado después de 18 años», subrayó Gallinal, quien está convencido de que «va a haber balotaje».
«Caribe» la lancha...
«Se va, se va la lancha», dice la canción. Pero sucede que en esta ocasión, además de la lancha se va la plata, y nadie quiere dar demasiadas explicaciones. Finalmente y con los votos del oficialismo, la Cámara de Diputados aprobó una resolución que impedirá la formación de una comisión investigadora por la compra de 16 lanchas patrulleras que serán utilizadas por los militares uruguayos desplegados en Haití. La oposición entiende que el negocio tiene muchos aspectos poco claros y por tal razón acusa al oficialismo de «deshonestidad intelectual» y afirma que en este caso hay «olor a podrido».
El gobierno compró las embarcaciones a la Armada de Estados Unidos en 6 millones de dólares que serán pagados a través de un préstamo del Banco República.
Según «El País», el miembro informante, Edgardo Ortuño, dijo que la transacción «se hizo en el marco de la ley» y que el expediente completo fue enviado al Tribunal de Cuentas.
«Todo se hizo en función de los requerimientos de la ONU y en la selección de la empresa influyó una razón contundente: había casi el triple de diferencia en el precio. El procedimiento fue transparente», afirmó. No obstante, el nacionalista Javier García dijo que la Armada negoció «a espaldas» del Poder Ejecutivo, simulando un proceso competitivo. También solicitó ver una fotografía de las embarcaciones, pero Ortuño aclaró que todavía no llegaron a Haití a raíz de las «condiciones meteorológicas «¿La bancada oficialista pone las manos en el fuego por esta compra? ¿Hay contactos informales y frecuentes entre funcionarios públicos y proveedores? ¿Existen a espaldas del ministro de Defensa?», preguntó una vez más García y recordó que el Frente Amplio como oposición cuestionaba todo y sospechaba, y ahora «no investiga nada y valida todo». Finalmente, el también nacionalista Alvaro Lorenzo dijo que al oficialismo debería darle «vergüenza» por no investigar. «Esto huele a podrido a kilómetros», sentenció.
Usted es el culpable...
Hace pocos días fue la ministra del Interior Daisy Tourné quien atribuyó a la inoperancia de administraciones anteriores la «situación social vinculada a lo delictivo» que atraviesa nuestro país. Ahora, en su misma línea, el intendente de Montevideo, Ricardo Ehrlich, achacó –aunque sin nombrarlo- al ex presidente Luis Alberto Lacalle de ser uno de los artífices de la fractura social y la exclusión que aún persiste en el país. Según «Últimas Noticias», el intendente dijo que algunos «actores políticos» que hoy alertan sobre la emergencia social, fueron grandes responsables del proceso de exclusión y aumento del desempleo que surgió durante el período 1990–1995, cuando el doctor Lacalle era presidente. «En ese período, aumenta la distancia dentro de la sociedad y se empieza a multiplicar la cantidad de gente que fue expulsada del entramado urbano, del mundo del trabajo, de la educación, algunos expulsados del país y van creciendo los asentamientos», dijo Ehrlich durante un sesión abierta de la Mesa Política del Frente Amplio.